Detectives por 3 días

Nuevas amistades

Entré al cuarto de mi hermana, como dije antes, ella se llama Silvia, el nombre proviene de mi tía, ella es la persona que más quiere mi madre, según ella su madre las maltrataba y la única opción para avanzar de ella fue su hermana pequeña, en ese momento mi madre tenía 8 años y mi tía Silvia unos 5 años, y esa es la historia del nombre de mi hermana, perdón por haceros gastar segundos de nuestra vida, aunque aún me queda presentaros a mi otra hermana.

—¡Luh, por fin! —Vi a mi hermana saltar de la cama con medio pijama puesto

—Por lo menos ponte pantalón que hace frío —Perdón otra vez, se me olvidó deciros que en ese momento estábamos en invierno, osea que entraría a un nuevo instituto en el primer trimestre y tendría que estudiar las que me quedarían por ser nuevo colegio o eso me decían mis padres

—Que pereza, además estaba tapada con mi manta bien feliz—Dijo con una voz quebrada

—Está bien, supongo...por cierto, ¿qué querías?—La miré fijamente

—Ah, sí, mi tía perdió un anillo en esta ciudad...y supuestamente tú eres muy buen detective —Lo dijo demasiada confiada

—Sólo resolví cosas y fue en el instituto porque fueron cosas tan simples que hasta Javier —Un chaval que se le conocía en el instituto por creerse el "supremo" y por suspender todas en casi muchos cursos— lo podría haber resuelto

—Vale, tranquilo, pero... ¿podrías hacerlo, por favor? —Lo dijo con una voz tan dulce que no pude resistirme

—Vale, vale, lo haré pero sólo porque sois mi familia —Me fui de ahí mientras que oí la palabra "Gracias" de parte de mi hermana

—¿Por qué creo que este es un juego hecho por las dos? —Dije en voz muy baja

—Pero bueno, sigo siendo aquella persona... la que justo... —Sentí un golpe en mi cabeza y me desmayé

5 meses después

Hey, Luh, despierta —Dijo una chica que por su voz pude distinguir que era Nazaret, la chica con la que me encontré el primer día que llegué, ahora es mi pareja, aunque creemos los dos que será mejor ser amigos, así que a partir de mañana dejaríamos lo de ser parejas

—¿Qué pasa? Además sabes que mi nombre es Junior—Levanté la cabeza y la mira rascando mi cuello

—Me gusta más tu apodo Luh, pero eso da igual, tenemos que irnos, ya han acabado las clases y quiere regresar temprano —Dijo amenazante a lo cuál guardé todas mis cosas y nos fuimos a casa

—Mañana viene un nuevo chaval, ¿sabías? —Dije mirando a Nazaret

—¿En serio?  ¿Cómo se llama? —Siguió caminando

—Según me dijeron es un buen chaval y muy estudioso, pero bueno, se sabrá todo mañana cuando le conozcamos —Llegamos y me despedí de Nazaret dándonos el último beso para al día siguiente ser otra vez amigos y nada más llegar a casa me puse a jugar a la play station 4 en mi cuarto hasta la hora de la comida

Luh, Luh, Luh —Entró Silvia tan veloz como la luz y se puso enfrente de mi

—Otra más, al final tengo que cambiarme el nombre a Luh, seguro lo haré —Dije un poco enfadado — Bueno, ¿que querías?

Ah, sí —Se movía poco a poco de lado a lado

—¿Qué? —Dije para meterle prisa y saber que pasaba

—Al parecer tu amigo del colegio vendrá mañana a tu instituto —Se sentó al lado mía y comenzó a ver como jugaba

—Lo sé, pero no quería decir nada a nadie hasta que volvamos a hablar —Seguí jugando a la play mientras hablábamos

—¿Por? ¿No se lo dices a tu novia? —Contestó con una voz burlona— Guardarse secretos es malo

—Ya no es mi novia —Mire de reojo a mi hermana con el pelo tintado de rubio y vi que su expresión pasó de feliz a una triste y preocupada

—Oh, ¿qué pasó? ¿Te fue infiel o es que os habéis peleado? —Nunca imaginé a mi hermana así de triste, la única vez que la vi así fue porque su mejor amigo aceptó ser su novio pero al día siguiente desapareció y nunca más volvimos a verle, ni a él ni a su familia

—Nada, rompimos pero porque ya no queríamos ser pareja, no pasó nada de peleas ni cosas raras entre ella y yo

—Ah vale, está bien entonces —Su expresión volvió a la de siempre —Ah, y la tía ya nos llama para ir a comer —Se levantó y nada más se fue por la puerta saqué unas cosas que almacene en una caja de zapatos con pistas sobre el paradero del mejor amigo de Silvia

—¡Junior, Junior, Junior! —Dijo mi tía ya cabreada porque no iba a la mesa

—V-Voy —Guardé todo y fui a comer, este tiempo pasó muy lento y al terminar de comer volví al cuarto— No me vayáis a molestar, estaré haciendo unas cosas —Me cerré en mi cuarto y me fui a seguir investigando hasta que llegué a dormirme y al parecer me dormí hasta el día siguiente ya que oí la voz de mi otra hermana tocando la puerta

—Luh, osea Junior, abre que tenemos que ir al instituto —Nada más escuchar eso me levanté me vestí y me fui corriendo al instituto, por cierto, ¿no os presenté a mi otra hermana, no? bueno, ella se llama Alba, tiene el pelo largo y liso, con las puntas rosas y unas gafas, suele llevar bufanda para tapar su lunar de la mejilla aunque siempre le digo que le queda genial y le hace ver más hermosa, pero no me cree...

Volviendo al presente, nada más llegué al instituto casi me caí pero conseguí mantener el equilibrio y entrar, vi a Nazaret junto al chico nuevo

—Buenas —Dije sonriendo

—Hola —Respondió Naz feliz como es, a veces tiene un lado infantil pero es lo mejor de ella

—Hola, un placer conocerte —Respondió el chico pero cuando iba a decir su nombre tuvimos que entrar, la profesora nada más venir nos dijo que el chico nuevo, mi amigo del colegio que me había olvidado, se iba a presentar, lo cuál el chico se levantó y se dirigió al frente de todos

—Hola, mi nombre es...