dejame ayudarte (color x killer)

arrepentimiento

Killer caminaba por las calles sin rumbo alguno, dejaba que sus pies se movieran, no le preocupaba perderse, conocía cada parte de esa ciudad bueno no toda pero si la mayoría así que podía ubicarse rápidamente, no sería un problema para ella que caminaba mirando a todas partes simplemente observando su alrededor recordando lo que le había pasado en la casa de su amigo horror, Alice esa chica se le hacía muy extraña recordaba perfectamente que su amigo horror comía carne todos los días claro carne de humano, pero desde que esa chica llegó a la vida de su amigo su consumo de carne disminuyó siendo remplazada por comida más normal, pero conocía a su amigo muy bien sabía que tenía que haber alguna razón para ese cambio tan drástico, fue entonces que conoció a Alice una vez que lo visito, sabía que horror vivía con su hermano pero se sorprendió al ver a esa chica en la casa, fue entonces que descubrió que Alice termino enanos de horror como una víctima, la chica al parecer jamás moría oh no del todo, la mataban volvía como fantasma y de la nada volvía a tener un cuerpo, al parecer horror la había torturada alrededor de un mes recibiendo un trato por parte de la mujer, si ella se quedaba horror tenía que dejar de matar a más personas, ella se ofreció a sí misma para salvar la vida de más personas, así cada vez que Alice tenía nuevamente su cuerpo horror la mataba para poder comer su carne y la chica volvía como un fantasma esperando volver a tener cuerpo para ser asesinada nuevamente, killer no lograba entender cómo esa chica soportaba eso pero ese trato causó que horror no matará tanto, claro el de cráneo roto aún mataba pero en menor cantidad, "estás bien sans, necesitas carne, mi cuerpo aún no se recupera del todo, porfavor espera solo un poco más para que puedas matarme, tú y papyrus podrán comer más carne, está bien" recordaba como la chica hablaba horas atrás cuando estaba en la casa de su amigo, Alice había visto como horror no había quedado satisfecho con la comida, "no aún tengo parte de tu cuerpo en la nevera, solo quiero más" fue lo que le respondió horror para servirse más del alimento que habían cocinado, esa repuesta parecía haber alegrado a la chica y a Papyrus, No sabía porqué pero no iba a preguntar.

Detuvo sus pasos al ver un viejo parqué donde jugaban muchos niños acompañados de sus familiares, de forma rápida camino al parque y se sentó en un lugar apartado donde podía ver todo, se acomodó en su lugar mirando como la gente iba de un lado a otro jugando, paseando o solo buscando un buen lugar para descansar, suspiró viendo a la gente del lugar, pudo ver como un par de amigos que habían llamado su atención jugaban, una niña de suéter morado, ojos rasgados piel morena, cabello café jugaba animadamente con un chico un poco más alto que ella de cabellos rubios claro casi blanco, piel de porcelana, ojos de zafiro, que usaba una chaqueta azul oscuro y en su cuello una bufanda multi colores, parecía que ambos trataban de hacer que otro chico probablemente igual de alto al rubio jugará con ellos, pero este solo estaba ahí sentado mirándolos y riendo, tenía una cabello café rojizo, unos ojos rubí, mejillas rosadas, piel blanca, tenía una chaqueta verde con gorro que cubría su cabeza y unos guantes rojos, los tres parecían estar muy animados dos de ellos tratando de hacer que uno se levantará del suelo. La escena le pareció muy entretenida recordándole a las peleas que continuamente tenía geno y sus hermanos, simplemente gracioso, con ese pensamiento en su mente decidió ir a visitar a su amiga de prendas blancas, quizás por el camino pase a ver a dust; se levantó del pasto y empezó a caminar dejando que sus pies se movieran conociendo el camino, fijándose en una pareja bastante llamativa, dos mujeres de ojos oscuros se encontraban tomadas de la mano mirando una pastelería, parecían ser de la misma edad, una más alta que la otra ambas usando ropas oscuras, la más alta tenía el cabello café, sus ojos oscuros, mejillas rosadas, piel trigueña, usaba una camisa negra larga que le quedaba debajo del muslo simulando un vestido, una pantalonera negra que se notaba cuando movía sus brazos y unas caletas igualmente negras por otra parte su acompañante de cabello gris opaco, ojos negros piel grisácea, usaba una camisa de tirantes gris claro, unos pantalones cortos negros y unos zapatos deportivos negros, las chica señalaban algunos pasteles, para luego entrar a la tienda la menor robándole un beso a la mayor. Por alguna razón le pareció tierna la situación.