Al terminar esa llamada mi departamento ya estaba hecho un desastre de nuevo, lo cuál es frustrante pero no podía hacer nada ya, y es que como no iba a estar mal, si me acaba de decir que ya no quiere hablar más, por que conoció a un chico y ese chico es mi ex novio, ella sabe todo lo que pasé con el y lo mucho que lo quise y de un día para otro ya estaban juntos.
Solo decidí no cenar nada, tuve el estomago revuelto y náuseas, así que solo fui a la cama.
Mi gato se recostó en mis piernas y mientras mirábamos la tele, mis ojos pesados e hinchados se cerraron.
Al despertar mis ánimos estaban por los suelos, así que preferiría quedarme en casa.
Me levanté y caminé a la cocina, esta mañana tenía mucha hambre así que cocine unos huevos con tocino, salchichas, pan tostado, puré, café y un jugo, en menos de 20 minutos ya solo yo estaba terminando mi café.
Regresé a mi habitación con un paquete de galletas y un chocolate, prendí la tv y puse algo de música fuerte, saqué ropa limpia de mi closet y fui a la ducha y cuando salí mi cepille, el cabello me maquille un poco, salí en dirección Una casa de mis padres.
Al llegar, mi padre abrió la puerta y solo me hizo un gesto y entró.
Salude a Sally, la perrita que tienen desde que yo me fui de su casa,
Cuando mi madre me sonrió con algún tipo de alivio, supe el por qué.
Mi padre estaba ebrio, demasiado temprano pero así era el. Le insistía siempre que dejara de beber, pero nunca me escuchaba.
-¿A que vienes? -Me miro por un segundo y después eructo y tiro su botella al suelo
- A verlos papá, ¿no te da gusto verme?
-Cuando vengas a vernos y ya tengas una familia me alegraré, cuando seas alguien, cuando me sienta orgulloso de ti.
Mis ojos se empezaron a aguar y mi mamá me tomo del brazo y me llevo a la puerta.
-Vamos querida, vamos a tomar algo afuera.
