Decidí que hoy no quería comer en casa, al menos quería sentir algo de calor humano aunque no fuera directo a mi.
Mi celular sonó así que lo saqué de mi bolso y solo contesté, era mi madre.
-Cariño, ¿como estas ?, ¿como va la escuela o el trabajo?
-Bien madre, él estado algo ocupado y me siento cansada, es todo.
-Espero poder vernos esta semana hija, te extraño.
-Y yo a ti, iré pronto a casa, salúdame a papá.
-Adiós linda, cuídate.
Ordene una ensalada con pequeños trozos de pollo y salsas.
Mientras intentaba tomar inspiración de algún lugar para poder escribir algo, termine mi comida mire mi laptop y solo tuve cinco palabras escritas en ella. Respiré hondo y quite mis manos de mis rojas rodillas. Decidí irme caminando de regreso a casa para tomar aire y ver si podría pensar en que escribir.
Antes de introducir mi llave en la puerta, escuché gritos en la puerta de al lado y justo cuando quería acercarme salió alguien del departamento y solo me miro, me sonrió y se fue, desapareció.
