Capitulo 41: "Sufrimiento prolongado"

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El peor dolor de una madre es ver sufrir a sus hijos, harían cualquier cosa por que fueran felices.

Por ese mismo motivo, Mina lloraba y gritaba desconsoladamente al ver como se encontraba la hija menor. Alison estaba en la que alguna vez fue la cama de su madre, llorando entre sabanas ensangrentadas y desnuda. Imagen que dejo estupefactos a los reyes Starligth y que destrozo a los padres de la chica.

Jackson no dudó en ir hacia su hija y cubrirla. Lia intentaba calmar a Mina, mientras que William buscaba a su hijo por el lugar, más no había señales de el castaño por ningún lado.

— Quiero a ese maldito muerto — dijo el rubio al levantar a su hija en brazos.

— No hay que llegar a eso, lo solucionare —

— ¡No puedes William!, ni siquiera eres consciente de lo que pasa bajo tu propio techo — grito molesto — quiero a ese infeliz muerto, con o sin tu permiso —

Ambos castaños vieron como la pareja abandonaba el lugar, estaban preocupados por el destino de su hijo, sabían que le había causado daño a la menor, pero también estaban seguros que su hijo jamás haría algo así, no conscientemente.

Los reyes Starligth recorrieron todo el castillo y alrededores, sin tener éxito en encontrar a Liam; sin más esperanzas regresaron al castillo Moonwithe. Al llegar, le dieron una negativa al rubio que los esperaba en el salón de los reyes. El de ojos azules dio un fuerte golpe en la mesa, haciendo que sus nudillos sangren.

Jackson camino hacía Wlliam, cuando lo tuvo frente a frente, lo tomo violentamente del traje hasta alzarlo unos centímetros del suelo.

— Encuéntralo, no me hagas buscarlo porque no dudare en arrancarle dedo por dedo — lo soltó haciendo que caiga al suelo — dos semanas, es lo que tienes para encontrarlo o cortare tus dedos — miro a las castaña que se agachaba a ver como estaba su marido — y los de tu esposa, así que no pierdas el tiempo —

El rubio abandono el lugar enojado.

— No tienes que presionarte — Lia ayudaba a su esposo a ponerse de pie — ya conoces a Jackson —

— Por que lo conozco, se que habla en serio — tomó las manos de su esposa y las beso — quédate en casa con Tiffany, volveré cuando encuentre a nuestro hijo —

— Iré contigo —

— Necesito que estés aquí, para que me digas la gravedad de la situación — junto sus frentes — ¿puedes hacer eso por mi? — la castaña asintió.

Sin perder más el tiempo salió del lugar, en ningún momento volteó a ver a su esposa pues, sabía que si lo hacía no tendría el valor para dejarla ahí, pero también sabía el gran dolor que sufriría ella sin tener noticias de su hijo menor.

Lia se encamino hacía la habitación de la menor. Ahí se encontraban las tres pelirrojas, ambas mayores trataban las heridas de las pequeñas. Alison portaba un antiguo camisón que perteneció a su madre, aún se veía en estado de shock y con los ojos llorosos también, tenía un labio roto como varias heridas por toda la extensión de su brazo. Ciertamente una escena muy dura de ver.

— Estará bien, solo es la impresión de lo sucedido — dijo Wendy para proceder a levantarse — dado lo sucedido, debo advertirles — miró ambas mujeres — si queda embarazada Alison podría morir al ser muy débil —

— Solo tendríamos que coronarla —

— Me temo que no funcionara mi reina, lo que su hija tendría sería un Unigher — ambas miraron a la mujer sorprendidas — antes de ser exterminados, maldijeron a las dos magias que acabaron con ellos, proclamando que de esa unión saldría el próximo Rey Unigher quien, sería más poderoso al casarse con una Parka —

La cara de la castaña palideció, inmediatamente algunas lagrimas empezaron a caer por su rostro.

— Por lo que el asunto es muy delicado para todos, habrá que examinarla —

— Mi hermana ¿q-que? —

La voz proveniente de la puerta llamó la atención de las tres mujeres. Jessica se encontraba parada en el marco de la puerta, sus ojos se habían llenado de lagrimas al mismo tiempo que sus manos se hacían puños. Sin decir una sola palabra salió corriendo.

— ¡Jessica! —

Hizo caso omiso al grito de su madre, ya había escuchado lo suficiente como para saber que sucedía. No se detuvo hasta llegar al jardín del castillo, en donde se permitió llorar.

Mark quien la había visto salir del castillo, la miraba de lejos. Le rompía el corazón ver esos hermosos ojos azules llenos de lagrimas, algo inseguro se acerco a la rubia quien al verlo inmediatamente lo abrazo.

— No la cuide.....yo deje que le pasara esto.....no estuve al pendiente de ella — decía entre lagrimas.

— No es tu culpa — acariciaba su espalda en forma de consolación — no podrías saber lo que pasaría —

— No solo es eso, no sirvo como hermana mayor — se aferro al rubio — no pude cuidarla de Liz, me desmaye durante días y no pude cuidarla tampoco ahora, le falle a mis padres —

— Nada de eso es culpa tuya, tus padres saben eso — abrazo a la chica.

— Ahora la perderé....y esta vez para siempre, y nunca pude decirle que.....que la quiero, ella no sabe que la quiero....que me alegra que sea mi hermana....ella no sabe eso —

— Entonces ve a decírselo — alejo un poco para poder ver su cara — ella no lo sabrá si solo me lo dices a mi — con sus pulgares limpio sus lagrimas — llorar tampoco esta mal Jess — La rubia asintió.

Una vez más calmada Jessica, ambos jóvenes regresaron al interior del castillo. Sin embargó la calma de la rubia no duro por mucho tiempo, al entrar de nuevo se llevo la noticia de que su hermana si estaba embarazada y no solo eso, su hermano había aparecido en ese preciso momento.

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