Primer recuerdo

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Ella estaba sentada sobre sus piernas en un lugar frío y aterrador, no lo entendia solo miraba a su alrededor de forma moribunda... "¿Donde estoy", fue lo primero que se le vino a la mente, no entendía nada. Después de un rato intento levantarse para tener una idea mejor de la situación en la que se encontraba, pero el intento se quedo en eso... un intento, algo la detenía, era un brazo que apenas podía agarrarla. Se quedo inmóvil al ver que el brazo estaba empapado de sangre, de echo no solo el brazo estaba empapado, sino que también ella.

Estaba muy asustada no entendía nada, se reviso a si misma para ver si no estaba herida, se sintió un poco aliviada al darse cuenta que ese no era el caso, pero ese fugaz sentimiento desapareció cuando recordó que había un brazo que agarraba su pierna, junto valor e hizo lo posible para ver a quien pertenecía ese brazo.

Cuando se estiro para ver a quien pertenecía el brazo, vio un cuerpo tendido en el suelo, era una joven, con la escasa luz que había en aquel lugar apenas se notaba su larga y hermosa cabellera rubia, era delgada y creia que tenia unos 17 años, no era fácil saberlo.

Se acerco para observarla mejor, pero de repente se despertó y se alejo con rapidez, la joven abrió los ojos y la observo con miedo.

-¿Q-Quien eres?, ¿Donde estoy?- Estaba completamente aterrada-. ¿Por qué esta tan oscuro?

-No lo se... yo solo...-No pudo terminar de decir la joven la interrumpió.

-¿¡No sabes!?, ¡al menos tienes que recordar algo! Vamos, ¿ni siquiera recuerdas tu nombre?- Dijo con tono sarcástico, casi burlon-. ¡Contesta!

-No, no lo sé... no recuerdo nada- Bajo la mirada, se sentía confundida-. ¿Tú recuerdas algo?

-Si, al menos mi nombre y edad si. Me llamo Blanca y tengo 17 años, recuerdo que mi madre se llama Fatima y mi padre Gustavo, pero no se por que estoy aqui.

-Bueno Blanca, ¿que te parece investigar este lugar?

-Esta bien, vamos.- Dijo mientras se levantaba y le tendia la mano para que se levantaran.

Mientras caminaban por el oscuro lugar con mucho cuidado para no tropezar con algo que estuviera oculto en la oscuridad de ese lugar Blanca preguntó.

-Oye, y ¿cómo te llamare? Digo después de todo no recuerdas nada.- Se detuvo e intento verla-. Esto esta muy oscuro no puedo verte claramente.

-No lo se y no me importa, llámame como quieras lo que importa es que tenemos que saber donde estamos.- Se detuvo justo antes de tropezar con un pedazo de madera-. ¡Rayos! Tenemos que encontrar una lámpara o algo para iluminar el camino.

-Lo se. Te llamare Alma porque casi no hablas y estas muy tranquila como para encontrarnos en una situación como esta.- Dijo un tanto molesta y casi reclamando-. ¿Qué opinas de tu nuevo nombre?

-Yo ya tengo un nombre y no necesito uno nuevo. Puedes llamarme Alma si quieres, pero ese no es mi nuevo nombre, solo es la forma en la que me tú me llamas.

Las dos se quedaron en silencio un momento y siguieron caminando con cuidado para no tropezar con nada. Después de un rato vieron un interrumptor de luz, las dos se miraron y lo encendieron. Un foco se encendio y dejo que las dos chicas pudieran ver que se encontraban en un lugar abandonado, sucio y había muchas cosas tiradas.

- ¡Genial, nos secuestraron! Y estos son posiblemente mis ultimas horas de vida. ¡Solo esto me faltaba!.- Estaba claramente molesta y muy asustada-. ¡VAMOS A MORIR!

- Calmate, si quisieran ya nos habrían matado. Además si quisieran matarnos ya hubieran venido con todo el escandalo que estas armando.

-P-Pero tú no entiendes, lo último que recuerdo es que mi madre y yo discutimos y si muero no podré discul...- Alma la interrumpió.

- No vas a morir, cuando estés con tu madre podrás disculparte. ¿Esta bien? Ven.- La abrazo Alma dio una palmada de consuelo-. Vamos a ver si hay alguna forma de salir de aquí.

Siguieron caminando buscando una salida y muy pronto la encontraron, era una puerta de madera de estilo rústico, color rojizo y con una perilla que apenas se alcanzaba a ver. Se miraron y desidieron abrirla.

Al abrir la puerta vieron unas escaleras de madera que llevaban directo a un estrecho pasillo donde colgaban muchos cuadros, todos de rostros de personas y paisajes maravillosos, tan maravillosos e increibles que parecian irreales.

Juntaron valor y subieron las escaleras, mientras recorrían el pasillo Alma escucho un susurro, "¿Por qué te fuiste?,¿por qué me dejaste?", no lo entendía el susurro provenía de un cuadro. Alma observó el cuadro era un increíble paisaje, el cielo era de color rosa con morado y unos destellos color durazno, en medio del aquella vista había una cascada flotante y el agua caía hacia la nada y provenía de un pedazo de tierra flotando, se podía observar la Luna en un costado de la cascada y a lo lejos unos seres volando. Alma observo bien el cuadro y tuvo un leve recuerdo en el que una mujer le gritaba "Ven, vamos cariño no te haré daño. Estarás segura conmigo", Alma no consiguió ver la cara de aquella mujer, lo único que vio es que llevaba puesto un vestido azul y una bufanda amarilla, estaba nevando.

En el camino de nadieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora