Perdidas

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Cuando su madre la vio sonrió con mucha alegría, pero al notar que venia con Chris su mirada se oscureció.

          — ¿¡Que haces con mi hija!? No tienes derecho a acercarte a ella.

          — Tranquila, solo vine a dejarla, no debes preocuparte no le eh dicho nada... aún.

Blanca y Alma se miraron confundidas.

          — ¿Contar que cosa?, ¿que cosa me ocultan?

          — Blanca... ¿recuerdas la foto?

          — Es verdad.— Metió su mano en su bolsillo y saco la foto—. ¿Me pueden esto?

Fatima y Chirs se miraron, quedaron impactados, tanto que ninguno de los dos podía pronunciar palabra alguna. Fatima se puso pálida, después de un largo silencio, tomo aire.

          — Blanca tenemos que hablar, pero aquí no, mejor entremos a la casa.

          — ¡No quiero! Dime lo que quieras aquí.

          — Blanca... este es un asunto delicado y no creo que sea buena idea que tu “amiga” se ente...—  Blanca se enfureció y grito interrumpiéndola.
          — ¡Ella es mi amiga, y se llama Alma! Ella pudo haberme dejado sola, pero no lo hizo así que yo no la dejaré sola.

          — Esta bien.

Alma observó a Blanca, se sintió querida algo que no había sentido en mucho tiempo... o al menos eso creia. Fatima se dirigió a la puerta de la mansión, la puerta debía medir unos 2.50 metros, de madera de roble, manija de oro, ventanas inglesas, color hueso. Primero entro Chris, Alma, Blanca y finalmente Fatima, en el sillón principal de la cómoda se encontraba Gustavo.

          — Querido, Blanca esta aquí...

          — ¡Blanca!, ¿donde?— Se levanto de un salto y volteo la cabeza hacia donde había escuchado la voz, pero cuando vio a Chris se quedo perplejo—. ¿Q-Que haces tú aquí?

          — Traje a tu hija.— Chris ni siquiera se inmuto—. Deberías cuidar más a tu hija, no querrás perderla... cierto?

          — ¡Por supuesto que no!— Fatima noto la ira de Gustavo e intervino antes de que dijera algo—. Chris, por favor no vuelvas a decir semejantes barbaridades.

Blanca dio un paso al frente miro a su madre y después a su padre.

          — ¿Van a explicarme lo que esta pasando?

          — Claro que si cariño, pero por favor no nos odies después de saber lo que te diremos.— Gustavo no entendía nada, Fatima lo noto, tomó aire y lo miro a los ojos—. Blanca vio una foto.

          — Así es y tengo muchas preguntas para los dos.— Saco la foto y se la enseñó a su padre—. ¿Qué significa esto?

Gustavo vio la foto y se quedo perplejo. Miro a Blanca, luego a Fatima y después a Chris. Tomó aire, se dirigió a la chimenea que se encontraba al centro de la cómoda, era una chimenea de piedra con acabados románicos.

          — Verás Blanca... tu madre y yo te queremos mucho y no creímos que estabas preparada para saber esto y...

           — ¿¡Saber que!?, ¿¡soy adoptada!?— Interrumpió muy alterada, Alma se acerco a ella y la tranquilizó un poco—. ¿Ustedes son mis verdaderos padres?

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⏰ Última actualización: Dec 03, 2014 ⏰

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