Blanca se dio cuenta de que Alma estaba observando el cuadro y se detuvo a esperarla, pero luego noto que su cara se estremeció y comenzó a llorar, no entendía nada, Blanca se acercó a su lado.
— ¿Por qué lloras?
— No estoy llorando.— Llevo una de sus manos a la cara y notó que Blanca tenia razón, estaba llorando—. No entiendo, ¿por qué estoy llorando?
Alma seco sus lágrimas y continuó caminando.
— ¡EH!, ¿que rayos te pasa?.— Tomo del brazo a Alma y lo tiro con fuerza—. Te estoy hablando, ¿¡no me vas a hacer caso!?
— ¿Qué quieres?
— ¡Que no me ignores!.— Soltó su brazo y bajo la mirada—. Estamos solo las dos y no quiero quedarme sola, para serte sincera me alegro mucho que estuviera con alguien cuando desperté...
— Lo siento. Estoy confundida tú al menos recuerdas quien eres, pero yo... yo no se nada de mi.— Miro a Blanca y luego volvió a ver el cuadro, después comenzó a caminar hacia Blanca y le hizo una señal con la mano para que siguieran caminando—. Ahora que lo pienso, si se algo de mi... tuve un fugaz recuerdo mientras observaba el cuadro, no fue muy revelante, pero me causo un sentimiento de angustia y nostalgia.
Blanca la observó sin dejar de caminar hasta que llegaron al final del pasillo, habia una mesa de madera con un frutero vacío al centro de una habitación con tapiz verde oscuro y un suelo de madera un poco dañando posiblemente por la humedad, cortinas color vino un poco rasgadas y una chimenea de piedra.
— ¡Wow!.— Exclamo sorprendida Blanca—. Este lugar me recuerda la casa de mi tía abuela Katterin, bueno con la excepción de que mi tía abuela si cuida su casa.
— Este lugar me da la impresión de que ya eh estado aquí. — Observó con curiosidad toda la habitación, se dio cuenta que algo estaba tirado cerca de la chimenea y se acerco a verlo mejor, estaba cubierto de polvo—. ¡Blanca mira, es una foto y estas tú, creo que es tu familia!
Blanca se acerco corriendo para ver la foto, después de verla se puso pálida y un poco desconcertada.
— S-Si soy yo... pero esa no es mi familia.— No podía dejar de ver la foto, negó con la cabeza—. No esa no soy yo... se parece a mi, pero no soy yo.
Alma se quedo pensando un momento, mientras Blanca sostenía la foto noto que tenia algo escrito en la parte de atrás.
— Tiene algo escrito en la parte de atrás, mira.— Blanca volteo la foto y la tiró—. ¿Q-Qué pasa?, ¿estas bien?
— No... se supone que esta foto fue tomada hace 14 años, mis padres no tiene fotos de mi cuando era pequeña, ellos me engañaron ¡no son mis verdaderos padres!
— Blanca yo... no se que decir, tal vez planeaban decirte...
Blanca la interrumpió y le arrebató la foto.
— ¡Tengo 17 años! Me han engañado ya mucho tiempo, no puedo creer lo mentirosos que son.— Las lágrimas comenzaban a deslizarse por sus mejillas—. No quiero volverlos a ver.
— Blanca, vamos tranquila.— La abrazo y la intentaba consolar—. Si tus padres no te dijeron debe de haber una buena razón, al menos escuchalos.
Blanca la miro, se alejo de ella, recogió la foto y la guardo. Se dirijo a la puerta de la habitación.
— Esta bien, vamos, no quiero seguir en este lugar.
— Esta bien, vamos.
Abrieron la puerta y encontraron la puerta principal, se miraron mutuamente y corrieron hasta ella. Intentaron abrirla, pero estaba cerrada.
— Era de esperarse.— Alma miro a Blanca, escucharon unos pasos que iban hacia ellas—. ¡Tenemos que escondernos!
Blanca corrió y se escondió mil una estatua, tenia forma de un ángel y media por lo menos 2 metros, Alma se escondió detrás de la puerta.
— ¿A donde se habrán ido esas chicas?.— Dijo una voz gruesa, que se notaba un poco alterada—. No debí haberlas dejado en el sótano, tal vez se espantaron.
Alma intentó ver a quien pertenecía aquella voz, pero tropezó y quedo a la vista de aquel hombre, era castaño, ojos verdes, muy alto y musculosos, se le acerco para ayudarla a levantarse.
— ¿Estas bien?
— C-Creo que si... ¿quien eres?.— No podía dejar de ver esos ojos verdes que le atraían por alguna razón—. ¿Tú nos trajiste aquí?
— Si, lo siento, pero tenia que hablar con ustedes, ¿sabes donde esta la otra chica?
—¡Aqui estoy!.— Dijo muy asustada—. ¿Q-Quien eres?
— Chris, Blanca has crecido mucho, ¿puedo abrazarte?
— ¿Eh?, supongo que si.— Chris se acerco a Blanca y la abrazo, pero no era cualquier abrazo era un abrazo cálido—. ¿Te conozco?
— Lo dudo, pero se quien es tu padre y puedo llevarte con él, claro si quieres.
— ¡Si!, Si quiero, ¿podrias llevarme con él por favor?
Chris asintió con la cabeza y abrio la puerta, miro a Alma e hizo una seña para que salieran primero ellas.
Al salir notaron que era tarde, la Luna brillaba, era hermosa. Chris se acerco a una camioneta un poco vieja y abrió las puertas para que entraran en ella. Durante el camino Alma pudo observar que estaban cerca de un bosque. Chris encendió la radio de la camioneta.
— Chris... ¿tú sabes quien soy?
— No, lo siento. Hace unos días te encontré en la carretera vagando, te desmayaste así que pensé que seria mejor llevarte conmigo y Blanca y cuando despertaras llevarte con tu familia. Pero no lo recuerdas así que esto se a vuelto un problema.— Para la camioneta y se bajo para abrir las puertas—. Aquí es Blanca.
— ¡Gracias!— De inmediato cuando se bajo vio a su mamá parada en la puerta—. ¡Mamá! Aquí estoy.
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En el camino de nadie
Детектив / ТриллерEsta es la historia de una chica, una chica que no eres tú ni yo. .. tal vez la conozcas o tal vez no... Ella no se rindió... jamas la hizo, no importaba la situación ella seguía luchando por... ni siquiera sabe porque esta luchando, pero no se rend...