(REMAKE) LINCOLN, EL NUEVO OVERLORD

Una Emoción Extraña/El Guantelete

el ocaso ya se acercaba, las lamparas para el cumpleaños de la princesa se iluminaban, y la familia real seguía esperando en el portón del reino

R. Lynn: se está tardando mucho ¿no?

Era la opinión del rey Lynn, el cual esperaba junto al resto de la familia real al joven príncipe peliblanco, el cual todavía se encontraba en el interior del castillo

Lola: ¿Por qué simplemente no nos vamos y ya? El conoce el camino, nos vera halla

Dijo con desinterés, intentando convencer a su padre de no esperar al joven peliblanco e irse inmediatamente a la fiesta de su hermana más pequeña

Rita: tiene razón Lynn (dijo está a su esposo) además, sabes que no me siento cómoda al sentirlo cerca

Dijo esto mientras bajaba la cabeza sobándose el cuello, pero casi inmediatamente, el rey Lynn negó

R. Lynn: no, todos asistiremos, como la familia real, tenemos que ir todos juntos

Algunas de las hermanas Louds y la misma reina, no se sentían muy "cómodas" al estar cerca de la presencia del joven peliblanco

Rita: pero, cariño, se nos hace tarde, no podemos llegar tarde cuando el resto de nuestro pueblo asiste

Esta vez, tubo que darle la razón

R. Lynn: es cierto, mandare un guardia a llamarlo

Pero antes de que siguiera llamara a alguien, una de sus hijas hablo rápidamente

Lynn: ¡yo lo hago papá!

Hablo rápidamente la quinta hermana, siendo observada por los presentes, los cuales estaban mas que extrañados

R. Lynn: ¿estas segura Lynn?

Le cuestiono a su quinta hija

Lynn: claro, si Lincoln esta donde sé que esta, ninguno de los guardias soportaría estar en la misma habitación, asique, soy la indicada

El rey, no muy convencido, acepto

R. Lynn: de acuerdo, ve y llámalo, los esperaremos

Lynn rápidamente regreso al castillo para buscar a su "hermano", sin que el resto de su familia supiera las verdaderas intenciones de la castaña

Con Lincoln:

Los desgarradores gritos que se escuchaban en las mazmorras, solo bloqueados por los gruesos muros de piedra, eran los peores aullidos de dolor que se podían escuchar

Todo el cuarto se encontraba iluminado por una luz eléctrica de tono azul brillante, iluminado por una serie de poderosos y frenéticos rayos disparados del brazo izquierdo del joven peliblanco de orejas puntiagudas, los cuales iban dirigidos al pobre prisionero atado, la mordaza que cubría su boca, se había cortado por uno de los potentes rayos eléctricos, dejando que sus gritos de agonía se escucharan en toda la mazmorra

¿¿¿???: ¡¡¡por favor, detente!!! ¡¡¡no lo resisto!!! ¡¡¡detente!!!

Suplicaba el prisionero a su agresor, pero este solo hizo oídos sordos escuchando las suplicas de su victima mientras una sonrisa siniestra se dibujaba en su rostro y la cicatriz de su ojo aumentaba su brillo

Por cada segundo que pasaba, los gritos de agonía aumentaban enormemente, el hombre quería llorar, pero la electricidad que recibía estaba quemando sus ojos y secando sus lagrimales, podía sentir toda esa energía recorriendo peligrosamente todo su cerebro hasta su cuerpo