¿Diego?

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Temo se encontraba tras la puerta de la casa de su Aris chiquito bebé.

-Vamos toca el timbre-

-No es tan fácil... no sé qué decir-

-Que te preste un pinche gorro gris, solo eso, si dice que no pues nos vamos-

-Lo dices tan fácil...

-Estas muy nervioso- se burló Diego

-No es cierto-

-Si, casi no estás hablando, anda toca el timbre-

-Esta bien, vamos Temo solo tienes que tocar el timbre, tu puedes, si te dice que no solo te vas y no vuelves a hablarle nunca, vamos...

-Deja de hablar y solo toca el timbre ya-

Temo asintió y toco el timbre muy rápido se giro para salir de ahí, pero Diego lo detuvo antes de que huyera.

- ¿Temo? – preguntó Ari confundido al abrir la puerta.

-Hola... yo se que te sorprende vernos aquí pero no te asustes, un amigo nuestro nos dio tu dirección, no creas que te seguí o algo así, es solo que mi amigo necesita un favor muy grande y entiendo si no puedes ayudarnos, ya nos vamos... yo le dije a Diego que era mala idea, pero es muy...

-Mira se que no me conoces, pero eres amigo de Temo ¿no? –

-Si...- respondió un poco confundido

-Los amigos se ayudan y como los amigos de mis amigos son mis amigos... quería saber si puedes prestarme un gorro gris –

- ¿Un gorro gris? – Diego asintió

-Es que yo le organice una cita con Mateo tu amigo, pero el no sabe quien es Diego y yo le dije que llevaría un gorrito gris, pero no sabia que mi amigo no tenia pinches gorritos y no se pensé en ti porque usas mucho uno y le dije a Diego el cual me obligo a venir a pedírtelo-

-Ok, ya entendí-

-Entendemos si no puedes ayudarnos... vámonos Diego-

-Esperen aun no les he dicho nada, voy por el gorro-

Ari desapareció subiendo las escaleras, Temo suspiró aliviado todo había salido muy bien, luego de un par de segundos el rizado regreso y le entrego el gorro a Diego-

-Muchas gracias, mañana mismo te lo entrego, vámonos Temo-

- ¿No es mejor que vayas tu solo? Digo no se... quizá Temo quiera quedarse aquí... estoy solo-

- ¿Tienes comida? - Ari negó

-Cuándo tus padres lleguen ¿traerán comida?

Ari soltó una carcajada, Temo era muy adorable

-Podemos encargar algo- propuso

-Genial, Diego no es que te corra, pero ya es medio tarde tienes que llegar puntual a la cita, yo me quedare aquí-

(...)

¿Puedo pasar? O ¿quieres hacer un picnic aquí afuera con la comida que encarguemos? Traigo yogurt si quieres, aunque dudó que sepa bien con la comida o puede que sepa delicioso, deberíamos probarlo para ver...

Ari lo besa rápidamente y toma su mano adentrándolo a su casa

- ¿Quieres pizza? -preguntó

-Me gusta la idea, que tenga doble queso y sin piña porque no me gusta, pero si a ti si te gusta pues puedo quitársela siempre...

Ari volvió a besarlo.

-la pediré sin piña- dijo tomando el teléfono.

Temo se sentía un poco confundido por la actitud de Ari, pero le encantaba la manera en la que lo hacía guardar silencio, Ari termino de ordenar la pizza y se sentó junto al menor

-Ahora si me puedes decir la verdadera razón de por qué sabes donde vivo-

Temo aparto nervioso su mirada ¿Cómo le iba a explicarle eso?

-Es una historia muy larga, te la contaría, pero me tardaría un montón, solo no creas que te seguí desde la escuela porque así no fue, no soy un acosador, ni nada por el estilo, mira te lo voy a resumir, le pregunte a un amigo... no recuerdo el nombre la verdad, pero él me dijo tu dirección y... fin de la historia-

Ari lo miro con una sonrisa de "no te creo nada"

-Esta bien, si te seguí, pero no porque sea un acosador, solo quería dejarte un regalo de cumpleaños ¿recuerdas la funda para piano con tu nombre escrito y las picafresas? Fui yo, es que no me atreví a dártelos en persona

-No manches ¿enserio? La funda estaba increíble, desde ese día guardo mi piano ahí y los picafresas ni se diga, son mis favoritas- Ari se abalanzo contra Temo y lo abrazo, el menor sonrió abrazándolo de vuelta, Ari estaba siendo de lo más lindo

(...)

Diego se mantenía nervioso tras un árbol en el parque, tenia cinco minutos de retraso y Mateo ya estaba en la heladería, lo sabía porque lo podía ver desde ese lugar. Tenia que armarse de valor y caminar había la heladería o huir

Mateo jugaba nervioso con sus manos, nunca había tenido una cita porque nadie le gustaba lo suficiente, sin embargo, ahí estaba, porque lo había prometido y porque no quería tener detrás de él a Temo molestándolo todo el tiempo.

-Hola-

-Hey...-Mateo sonrió un poco decepcionado, por un momento creyó que sería buena ida esa cita y que tal ves ese chico le gustaría, pero no, reconocía que era lindo, pero no era su tipo.

-Me llamo...

-Hola Mateo, lamento la tardanza- saludó Diego detrás del otro chico.

El chico los miró un poco apenado y se fue, Mateo sonrió mirando a Diego, ese si era un chico hermoso, comenzaba a agradecerle infinitamente a Cuauhtémoc.

-Hola...eso fue raro, lo del chico-

-Lo se...- hubo un silencio algo incomodo

-Eres muy tímido ¿verdad? - preguntó Mateo

-No sé que decir, perdón si esto es incómodo, Temo planeo esto sin decirme-

-No es incómodo, a decir verdad, creo que es la idea mas brillante que se la ha ocurrido a Cuauhtémoc-

-Si... ¿quieres un helado? – Matty asintió dedicándole una sonrisa ¿Cómo es que nunca lo había visto antes? 

¡Ven y Callame! - Aristemo/Matiego -ADAPTACIÓN-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora