Él me ama... ¿No es así? Todos... ocultamos cosas. Incluso yo. Es imposible vivir de forma trasparente; muy doloroso, soportar la verdad, a veces. Nadie es complemente honesto... ¿No? Es mejor que no lo sepa. ¿Por qué arruinar la visión de lo perfecto que es su mundo?
Quisiera contárselo... y que seamos felices, sabiéndolo todo. Ambos sonrientes, al enterarnos. Reiremos, y luego será lo mejor que haya podido pasar... el mejor día de mi vida; una vida que solo pronostica felicidad.
Pero no es así, ¿No? Porque... por más fuerte que sea el amor... no se puede soportar todo. Y él... jamás soportaría esto.
Me duele no contarlo. Pero más aún... me dolerá su reacción al enterarse. Prefiero ser egoísta... y tener más momentos a su lado.
Dirán que miento... al decirlo. Pero se los aseguro... nunca había hablado tan en serio.
-Lo siento, Johann
Era una noche estrellada, y fría. Solo su respiración acelerada se sentía, cuando de la nada, golpeó la puerta con fuerza y acelerado. Sin recibir respuesta.
-¡Risz!- grita Johann, eufórico.
La puerta finalmente se abre, Risz sale en pijama; al ver a su visitante abre mucho los ojos.
-Johann, tenerte en mi casa siempre es un honor, pero ¿Qué haces aquí a esta hora? Sabes que duermo temprano.
Johann entra sin preguntar, Risz entra detrás de él y cierra la puerta.
-¿Me dirás qué pasa?- pregunta Risz mientras sigue a Johann a través de la sala. Johann va directo a una dirección.
Risz entra a su habitación, y mira alrededor, pero no encuentra a Johann. Piensa. Camina hacia el gran closet, abre las puertas y Johann está sentado dentro, mirándolo. Risz se agacha.
-¿Qué haces ahí dentro? –Sonriente-, ese es mi escondite cuando no entiendo la vida- dice Risz, luego se sienta junto a Johann dentro del closet con una sonrisa de niño pequeño.
Johann asiente –Lo sé. Por eso estoy dentro...
-¿Porque yo no entiendo la vida o porque tú no la entiendes ahora mismo?- confundido.
-Vi al supuesto koala...- Silencioso.
-¡Qué bien! -Exclama Risz; Johann lo silencia- Dime, ¿tenía corbata o corbatín?- más a lo bajo.
Johann frunce el ceño.
...
Al otro día, en la tarde, Goethe veía su reflejo en el espejo, con un vestido negro elegante, el cabello recogido, zapatos elegantes bajos y un poco de maquillaje...; ella se mira, insegura.
Un chico de lentes y cabello largo también recogido, entra con su traje blanco a la habitación, sonríe al verla, y se acerca. Detrás de ella, toma sus hombros.
-Eres como la sangre en una escena del crimen...- Sonriente, Oliver, mirando los ojos del reflejo de Goethe.
Goethe sonríe – ¿Y eso es...?
-Brillante e impresionante. Eres el arte oculto tras el crimen -besa su mejilla- ¿Lista?
Goethe se da la vuelta, lo mira, sonríe, sujeta el rostro de Oliver y lo besa, un poco en cuclillas. Luego camina hacia la cama y toma la mochila sobre ésta.
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Dark Shine
RandomEstás solo. Sin lugar a dudas. Pensando anoche... lo noté. ¿Te has puesto a ver detalladamente a tu alrededor? ¿Sabes realmente en quién puedes confiar a toda costa? Esa persona que... se abalanza para ponerse frente a la bala, o la que asume tu c...