📚Capítulo 04📖

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Pov Miller.
Mi: Ten cuidado ahí arriba.

Est: Si presidenta.

Estaba con un grupo de estudiantes ayudando en la decoración de la escuela para el día cultural. Casi todos los grupos aportaban algo de ayuda y otras preparaban sus temas culturales. Todo iba bien por lo menos eso es lo que veía.

Mi: ¡Oh! Miren la hora que es. – aplaudo para llamar la atención de todos los estudiantes –Gracias chicos y chicas por ayudar, pero ya es algo tarde, así que... recojan sus cosas y vayan a casa. Mañana continuamos con los preparativos.

Est: Si presidenta.

Mi: Hasta mañana.

Hice una reverencia y me fui a mi aula a buscar mis cosas. Mientras caminaba sentí que alguien chocaba conmigo y fue Bruno.

Mi: Oye ten más cuidado. – le ayude a levantarse.

Bruno: Lo siento. Antes de que se me olvide, ten. – me da un papel –Son los temas culturales de las aulas de 2do y 1er año.

Mi: Vale. Buen trabajo.

Me despedí de él y continué mi camino. Ya estando en el aula tome mis cosas no sin antes guardar el papel que me dio el vicepresidente, en la mochila. Luego me dispuse a salir. En todos los pasillos no había nadie exceptuando al conserje.

Mi: Mmmm.... me pregunto qué aula habrá escogido los chicos. – sacudí mi cabeza.

No sé porque me preocupo por ellos, principalmente en ese idiota de Jae Bum. ¡Hash! Esto es tan molesto. Admito que se ve bien, pero... es un creyente o eso es lo que creo yo. Ay no lo sé y no me voy que detener en averiguarlo.
Estaba pasando por delante de una vitrina y en ella había trofeos, medallas y fotos de los ganadores, pero había una fotografía en particular donde estaba tres muchachos abrazados, vestidos con el uniforme del equipo de básquet y con un trofeo en sus manos. El chico del medio estaba sonriendo, estaba feliz de haber ganado.

Pensamiento: Todos tenemos retos y metas que alcanzar, pero la mayor meta es lograr lo que siempre has querido y jamás...

Mi: Rendirse, porque con esfuerzo y empeño se logra alcanzar la meta.

Esas palabras me las dijo una persona muy importante para mí. Y ya dejando ese tema de lado... volví a caminar en dirección de la salida de la escuela. Ya fuera de la escuela, note la presencia de tres personas en la entrada y al parecer me estaban esperando, ya que, uno de ellos extendió uno de sus brazos para hacer señales de que estaban allí. Yo me acerqué a ellos y les dije...

Mi: ¿Qué hacen aquí? ¿No deberían ir a casa?

JY: Sí, pero queríamos esperarte.

JK: Y así conocernos un poco más.

Mi: Ya veo. – les mostré una sonrisa –Pero... será otro día. ¿Vale?

JB: Al menos acompáñanos hasta la parada del autobús.

Me acerqué a él y me aseguré de que no tenga fiebre, porque para que me diga que lo acompañe eso es que está enfermo.

Pov Jae Bum.
Miller se acercó mucho y sentí que mi corazón iba a explotar. ¡¿Pero qué rayos me pasa?! ¿Por qué me siento así con ella?

Mi: Okey... no tienes fiebre. – me miró raro.

JB: Solo te daré una oportunidad. No es para tanto.

Mi: ¿Una oportunidad?

JB: Sí, una oportunidad. Solo hasta que me demuestres lo contrario.

Ella solo se limitó a mover los hombros en señal de que le daba igual. No sé si tomármelo a mal, pero ahora mismo no me voy a entretener en eso. Miller acepto acompañarnos a la parada del autobús y en el trayecto los chicos le hicieron preguntas y le dijeron las cosas que les gustan y no, mientras yo solo los oía, no quería meterme en esa conversación porque aún no me fio de ella.

Mi: Bueno aquí nos despedimos. – ya habíamos llegado a la parada del autobús.

JK: Que lastima yo quería seguir pasando el rato contigo.

Mi: Mañana si quieren los tres, vamos a la heladera Frío Dulce.

JY: No es una mala idea. ¿Qué crees Jae?

JB: Esta bien, pero pagamos nosotros.

Mi: Vale, no hay… - la interrumpió una voz chillona

XX: ¡¡Miller!!

Mi: Leo, creí que estabas en casa.

Leo: Pues ya vez que no. Y… ¿quién de ellos es tu novio? - Miller le dio un golpe en la cabeza. -Auch ¿Por qué me golpeas?

Mi: ¿Por qué será?

Miller solo le miraba mal y al parecer ellos dos son hermanos.

Leo: Lo siento, solo estaba bromeando.

Mi: Este enano es mi hermano menor Leo.

Leo: Hola encantado.

--Igualmente. – dijimos los tres al unísono.

Mi: Bueno ya nos retiramos.

Miller y su hermano se fueron para su casa y nosotros nos quedamos en la parada esperando el autobús solo fueron unos 10 o 15 minutos que se demoró en llevar el transporte. En todo el trayecto los chicos solo hablaban de la presidenta. Hash… ya me tienen cansado solo es ella en sus bocas como si hubieran encontrado un tesoro perdido o algo por el estilo. Bajé en mi parada y me fui a casa.

XX: ¡Jae! – me habían llamado la vecina de mi casa.

JB: Hola señora Suárez. ¿Cómo está usted?

Sra. Suárez (Sasha): Ay deja las formalidades, sabes que puedes decirme Sasha.

JB: Esta bien Sasha.

Sasha: Ten…- me da un pote -Son casquitos de guayaba y están muy ricos, los hice yo.

JB: Muchas gracias Sasha, pero no es mejor que se los deje a sus nietos.

Sasha: Si es mejor, pero ellos ahora no están ahora e hice demasiado y se podrán echar a perder si nadie los prueba. Además, sé que te gustan mucho los dulces. Así que no me des peros ¿vale?

JB: De acuerdo. Cuídese señora Suárez.

Sasha: Cuídate Jae, saludos a tu madre y deja de decirme señora.

Solo le mostré una sonrisa y me incliné levemente en señal de que me disculpara. Sasha entro a su casa y yo fui a la mía. Ella vive con su esposo Thomas Suárez. Ellos tuvieron un hijo que murió de una enfermedad, la cual no me acuerdo, pero sí sé que dejo a toda su familia y a sus hijos. Yo quería a ese hombre como si fuera mi padre biológico, ya que, nunca conocí al mío. Jugaba con su hija cuando era pequeño, aunque siempre le hacía bromas y ella se molestaba muchísimo, pero fuimos grandes amigos hasta que su padre murió. Ella estaba devastada y no quería jugar con nadie, incluyéndome. Luego su madre, ella y su hermano menor se mudaron y no me pude despedir. No sé si ellos vienen de visita al vecindario, ya que, casi nunca estoy en casa porque estoy en la escuela o en cualquier parte de la ciudad, pero saben que creo que eso la verdad no importa mucho.
Ya dejando ese tema… yo entré a mi casa y no vi a mi madre en la sala, tal vez está en la cocina o eso creía. Fui a ver y dejar el dulce que la señora Suárez.

- ¿Dónde estará?

Vi una nota en el refrigerador, era de mi madre, y decía que tuvo que salir por unos asuntos de negocios y que regresaría pronto. Parece que estaré solo en casa por un largo tiempo. Guarde los casquitos en el frio y fui a mi recamara. Como no habíamos dado clases en el día no me preocupé por los deberes, así que me bañé y me puse a ver cosas en la computadora hasta las tantas de la noche y me fui a dormir.

-Esta será una larga semana.

Oportunidades DesperdiciadasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora