Oportunidades Desperdiciadas

📚Capítulo 06📚

XX: Miller baja a comer.

Mi: Ya voy abuela. – grite desde mi cuarto.

Estaba haciendo una revisión a unos documentos que la dirección me dio para los preparativos del festival cultural. Me levanté de mi asiento y miré por la ventana. Al otro lado se veía la casa del vecino, era mucho más grande comparándola con la de mis abuelos. También estaba algo cerca, ya que se podía ver la cocina desde donde estaba parada, pero no era único que podía ver. Lograba visualizar una silueta de un chico.

Flash back
Mi: Suárez, Miller Suárez es mi nombre. ¿Por qué?

JB: Significa que eres hija de… Sergio Suárez.

Mi: Sí, Jae… ¿qué te pasa para que hagas esas preguntas?

JB: Perdón por actuar como un tonto y… te… te extrañé- lo último lo susurró, pero lo oí.

Mi: ¿Por qué…?

Sasha: Miller es hora de que entres. Oh, hola Jae Bum. – me interrumpió.
Fin del Flash back.

Mi abuela había interrumpido la conversación, aunque no era algo tan importante, pero si me dejo con dudas e intrigas. Bueno… ya lo comeré a preguntas cuando llegue el momento, pero ahora debo ir a comer. Baje las escaleras de la casa para luego dirigirme al comedor. Ahí estaban mis abuelos y mi hermano esperando por mí.

Leo: Al fin bajas. ¿En qué estabas pensando?

Mi: En nada. Lo siento por la tardanza.

Sasha: No te preocupes cariño. Ahora come que debes tener fuerzas para terminar los preparativos del festival cultural.

Sr. Suárez (Thomas): Si abuela tiene razón y hablando de eso… ¿qué hará tu aula para ese día?

Mi: Un café Cosplay con un grupo de 2 año. – comencé a comer.

Leo: Y con Jae Bum y sus amigos. Por cierto, yo puedo ir, ¿verdad?

Mi: Claro hermanito. – tome un vaso con agua.

Sara: Awww que recuerdos. Jae y tú eran tan tiernos hasta pensé que se casarían cuando fueran mayores. Jajaja.

Escupí el agua que estaba tomando por el comentario de mi abuela.

Mi: Abuela por dios. Como crees que me voy a casar con… espera… ¿dijiste que éramos tiernos?

Sara: Sí. Ustedes dos siempre estuvieron juntos antes de que tu padre muriera. ¿No lo recuerdas?

Mi: No, no me acuerdo.

Thomas: Tranquila pequeña. Han pasado muchos años y nunca más se volvieron a ver, por lo que es normal que no lo recuerdes o no lo reconozcas.

Sasha: Tu abuelo tiene razón, pero ya dejemos ese tema y comamos que se va a enfriar.

Continuamos comiendo y a veces hablábamos un poco, bueno… en realidad eran ellos los que conversaban. Yo tenía mi mente en las cosas que me habían dicho mis abuelos, trataba de recordar algunas cosas de mi infancia y era en vano. Al terminar de comer ayude a mi abuela a fregar los trastes. Acomodamos las cosas y luego nos fuimos a nuestras respectivas habitaciones. En mi cuarto había una pequeña terraza en la cual había una silla y una mesita. Salí a tomar un poco de aire y pensar en algunas cosas. Al frente de mi balcón había otro, pero desolado. Todo estaba en silencio, no se sentían los grillos y el cielo era completamente negro sin estrellas, solo el brillo de la luna llena era lo que iluminaba el lugar.

XX: Deberías entrar. Hace frio afuera. – me sacaron de mis pensamientos.

Mi: No debería importarte. Si mal no recuerdo, yo no te caigo bien.