Narra dahyun.
Escuchaba una suave voz quejándose débilmente, así que me removí un poco en la cama y al estirar mi mano sentí algo húmedo y frio, mis ojos se abrieron al instante y al girar vi que se trataba de Momo. Mi mano estaba posada en su rostro y estaba completamente empapada en sudor mientras se quejaba en voz baja, al escucharla mi corazón comenzó a latir desesperadamente y sin pensarlo me acerque a ella y presione mi cuerpo con el suyo.
- Momo unnie... - Susurre mientras la movía en un abrazo.
- No, no, déjame - Parecía que mi acto hacia que su pesadilla fuera más real.
- Hirai, es sólo un sueño, despierta - Mi tono era suave, pero no funcionaba, así que me arrodille en la cama mientras tomaba sus brazos para intentar calmar sus temblores.
- Para, para, me haces daño - La mire aterrada.
No sabía si debía ir a despertar a sus padres o intentar despertarla, después de unos segundos decidí hacer lo segundo, así que tome su rostro con ambas manos y me acerque a ella.
- Momo, despierta, despierta - Hable suavemente en su oído.
Momo rápidamente abrió los ojos y se alejó de mí para pegarse en la pared, mirando a su alrededor intentando ubicar donde estaba, estire mi mano y toque su muslo haciendo que se sobresaltara.
- Tranquila, soy Dahyun - Dije y Momo busco de dónde provenía mi voz.
- ¿Dahyun? - Nuestros ojos se encontraron y pude ver que estaban llenos de miedo.
Momo tenía los ojos cristalinos y eso provoco que sintiera una presión en el pecho, sabía que esa pesadilla se debía a lo que le había sucedido de pequeña.
Me acerque para poder tomar su mano y entrelazar nuestros dedos para indicarle que todo estaba bien y pude sentí como su cuerpo se empezó a relajar. Estuvimos varios minutos así hasta que la respiración de Momo volvió a la normalidad, la verdad no quería soltarla, se sentía bien tener su mano con la mía, pero ella comenzó a soltar suavemente mi mano.
Fruncí el ceño levemente al sentir la falta de contacto.
- Yo... - Momo parecía pensar muy bien lo que estaba por decir - Siento despertarte - Su voz ronca y adormilada me puso la piel de gallina.
- No hay problema, estabas teniendo una pesadilla ¿no? - Ella asintió - ¿Quieres hablar de ello? - Antes de que pudiera contestarme, la alarma comenzó a sonar.
Momo no dijo nada, sólo se levantó y se encerró en el baño para prepararse.
Me deje caer en la cama gruñendo de frustración, enterré la cara en su almohada y entonces su olor hizo que una sonrisa se formara en mi rostro, abrace la almohada y me quede unos minutos más pensando en cómo podía ayudarla.
Luego del pequeño altercado, parecía que la mañana iba de mal en peor, Momo estaba distante después de dos días avanzando con ella, volvimos a solo intercambiar tres o cuatro palabras, sabía que sólo tenía diez días para acercarme a ella, porque una vez me fuera de la casa de los Hirai, no tendría otra oportunidad para entablar una amistad con ella y no entendía que era lo que me pasa, no sabía porque quería acercarme a ella o porque la hermana de mi novio me estaba robando los pensamientos.
Narra momo.
Sabía que este día iba a ser una tortura, cuando tenía pesadillas mi estado de ánimo y mi temperamento se alteraban, sentía enojo y rabia en cada rincón de mi cuerpo, todo me molestaba, todo me asfixiaba y me robaba la calma.
Me queje en voz baja, agradeciendo internamente que sonó el timbre, tome mis cosas y sin preocuparme de ir a mi siguiente clase me dirigí hacia la cancha de futbol, inhale el aire fresco para luego sentarme en las gradas y mirar a las personas que se encontraban allí. Y entonces la vi, vi a Dahyun sentada unas gradas más abajo con otras personas, a la única que pude reconocer inmediatamente fue a Sana, ella era compañera de Sinb y de hecho en varias ocasiones nos habíamos encontrado en fiestas tenido la oportunidad de conocernos y llevarnos bien.
ESTÁS LEYENDO
La Novia De Mi Hermano (Dahmo) -Adaptacion-
FanfictionLa gente siempre dice que el corazón nunca escucha a la razón, que es imposible escoger de quien o no enamorarse y que todo eso está fuera de tus manos, pero pareciera que el corazón siempre escoge a la persona menos adecuada. Ellos tenían razón, el...