SLAVE (7) : Retorno

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Luego de la celebración del jefe Li, las actividades de sus negocios continuaron; sirvientes y esclavos debían ir y venir de acuerdo a las órdenes que recibieran; para Jingyi fue duro, había amanecido con una extraña tos que a veces le impedía concentrarse en lo que hacía... por ello, el jefe lo azotó varias veces causándole heridas en su cuerpo que empeoraron su tos y debilidad...

- No tenía derecho de golpearte – dijo la mujer muy enojada mientras colocaba compresas y vendajes en las heridas – ya estoy cansada de ver lo mismo siempre – añadió con lágrimas en los ojos –

El joven aún adolorido volteó y tomó con fuerza la mano de la mujer, no podía hablar pero quería demostrarle que aún a pesar de todo le agradecía que lo cuidara...

- No permitiré que te mate – dijo ella abrazándolo –

Un rato después, terminó la curación y lo vistió con ropas nuevas...

- Oye Yang Lian – llamó el hijo del jefe – mi padre quiere saber si aquí la basura esa de esclavo –

- Está ocupado – respondió ella dejando a Jingyi dentro del recinto algo aturdido – todo este caos ha dañado mis trabajos y desordenado otros, le ordené que lo arreglara todo – añadió seria y molesta –

- Vaya, poco a poco estás progresando – dijo el hombre – antes llorabas cuando padre golpeaba a esas basuras o si se morían por ahí – añadió -

- Li Zhao, no estoy para bromas ahora, debo terminar pronto o tendré problemas con el jefe Li -

- De acuerdo, - dijo el otro serenamente – no molestaré más, pero está pendiente de ese esclavo –

La mujer volvió al recinto, allí estaba Jingyi algo adormilado por la medicina que le había dado hace poco... lo vio un momento y luego le pidió que se mantuviera sentado...

- Yo me encargaré de todo – dijo amablemente mientras comenzaba a sacar sus materiales –

A estas alturas, Jingyi se había percatado que Yang Lian era bordadora; trabajaba creando miles de estilos y formas para ropa y para decoraciones, era una mujer quizás entre sus 20 o 30 años y muy delicada y elegante, siempre se había preguntado ¿cómo alguien así estaba al lado de un hombre tan ruin? Quizás si la vida le alcanzaba lo sabría en algún momento, aunque moría de curiosidad por saberlo...

Fue la única que lo ayudaba mientras los demás lo humillaban o golpeaban, ella llegaba y lo consolaba dándole la esperanza de poder algún día salir de ese lugar...aunque no entendiera sus razones, no dudaba en la honestidad de sus palabras...

Pocos días después....

Un poco recuperado de la tos y las heridas, fue llevado por Yang Lian a recorrer los mercados de la ciudad antes de irse...

- Estamos en una perspectiva diferente, pero es un poco alentador poder dar un paseo – decía ella mientras caminaba al lado de él – sigues pálido – repuso al verlo – buscaré unos materiales y entregaré otros, espera aquí y no dejes que nadie de esa casa te vea –

El joven asintió y entró al carruaje para resguardarse mientras su acompañante salía y hablaba con algunos empleados a los cuales les pidió cuidaran desde afuera su transporte...

- Lian – llamó un hombre de mediana edad - ¿dónde has estado todo este tiempo? – preguntó algo sorprendido –

- Su, qué bueno verte – dijo ella acercándose con una pequeña maleta – no creo que sea necesario decírtelo – añadió algo triste –

- Sigues empeñada en buscar a esos tipos – dijo el hombre preocupado –

- Sí, y los encontré – dijo ella – tenía razón, Su – suspiró dolida – pero llegué demasiado tarde –

CRÓNICAS DE CACERÍAS: C3: EMPATIA - ActivaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora