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Corro por el pasillo lo más rápido que puedo hasta el único lugar que sé estará vacío y tranquilo a esta hora: La sala de música.

Entro a toda prisa, cierro la puerta con seguro y me desplomo en el suelo llorando. Me acurruco en mis piernas y poso mi frente en mis rodillas. Tomo respiraciones entrecortadas y cuento hasta diez. Luego de que me siento mejor me pongo de pie y voy hasta donde está el piano, me siento y levanto la tapa de este. No encuentro partituras por ningún lado así que tocó la melodía de memoria.

Me pierdo en la música que me envuelve y tranquiliza, cierro los ojos y me dejó llevar por la música hasta que de repente tocan la puerta de la sala. Abro los ojos me levanto del banquillo y voy a ver quien es. Antes de abrir la puerta doy una profunda respiración y quito el pestillo con cuidado y prosigo a abrir la entrada.

Al otro lado de la puerta se encuentra el señor Mackenzie, el director de la escuela y detrás de él un chico con cabello rubio y ojos azules celestes. Me quedo pasmada en un primer momento por el miedo a que Mackenzie me llame la atención por estar aquí.

—Señorita Reynolds, es un placer verla pero me temo que solo se puede estar aquí en hora de clase, ¿usted sabe eso, cierto?

Antes de responderle tomó una bocanada de aire y lo suelto lentamente. —Sí señor, lo que pasa es que me sentía un poco mal y vine a tocar un rato—le respondo y le doy una sonrisa temblorosa.

Me mira con una mirada llena de compasión y lástima. Sé que él está enterado de mi condición por mi certificado médico y por el hecho de que mi psicóloga se reunió con él a inicio de año, pero esto no deja de resultarme incómodo.

—Señorita Reynolds le presento a Reece Foster el cual se estará integrando hoy a clases junto con usted.

Le doy un intento de sonrisa como saludo y el me lo devuelve agitando su mano.

—El joven Foster estará en último año como usted señorita así que quisiera pedirle que le acabe de mostrar la escuela por mi, si no es ninguna molestia.

—No, no, sería un placer.

—Bueno si es así los dejaré e iré a mi oficina, si necesita algún tipo de información puede ir a mi oficina o preguntarle a la señorita Reynolds, pasen buen día.

Y dicho esto se aleja dejándome con Reece quien ve el colegio como si estuviera maravillado por su tamaño.

Respiro hondo y me preparo para ser la guía y ayuda de esta persona totalmente desconocida para mi.

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⏰ Última actualización: Jan 06, 2020 ⏰

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