Propósitos
Mihawk se sentó en su sillón, relajándose con una copa de vino en la mano y el periódico en la otra. Según el calendario que colgaba en la cocina, era el último día del año, pero para él solo era un día más como otro cualquiera. A pesar de que Perona había insistido en que debería cambiar aquello, Dracule era un hombre de costumbres inflexibles. La única vez que las había modificado, mínimamente, fue en la visita de Roronoa Zoro para su entrenamiento de dos años.
Pero ya no más... o eso creía.Después de un rato de puro silencio, el shichibukai se vio obligado a interrumpir su lectura al sentir la conocida presencia de alguien más arribando a su isla, y no pasó mucho tiempo antes de que las enormes puertas de entrada al castillo se abrieran y dejaran paso a cierto pelirrojo de sonrisa radiante.
—¡Hey, Mihawk! —exclamó el recién llegado, agitando en el aire la única mano que conservaba tras su "sacrificio".
—Akagami... —le devolvió el saludo, en un tono serio y sin apartar la mirada del periódico pero bien atento a los movimientos del yonkou quien saltó sobre el asiento que había frente a él, medio echándose sobre él.
—Tiempo sin vernos, ¿no?- inquirió el pelirrojo.
—Dos años.
—¿Me echaste de menos?
Mihawk resopló suavemente, cerrando el periódico y clavando su mirada en su sonriente compañero. Conocía de sobra a Shanks y sabía que éste no le diría la razón de su presencia allí castillo hasta que lo viera conveniente. Pero, para mala suerte del pelirrojo, Dracule no estaba para andarse con rodeos aquel día.
—¿Por qué estás aquí, Akagami?
—¿No es obvio? ¡Es Nochevieja, Mihawk! Y pensé que te vendría bien algo más de compañía —respondió el yonkou.
—Yo no celebro esas tonterías —atajó Dracule de forma contundente. Akagami Shanks, por su parte, soltó un exagerado jadeo de sorpresa.
—¿Cómo que no? O sea, sabía que eras un poco amargado, pero nunca creí que llegabas a este nivel —comentó, haciendo que el moreno pusiera los ojos en blanco—. Pues, ¿sabes qué? Ahora mismo vamos a ir a una isla con un buen bar a celebrarlo. Yo invito. Será mi regalo —añadió con un tono decidido.
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Muérdago marino [Especial Navidad]
FanfictionNavidad es una época casi mágica, donde las fronteras se difuminan, los corazones se hinchan de alegría y el mundo parece un lugar mejor de lo que, en el día a día, es. Deja las preocupaciones al otro lado de la puerta y disfruta con tus amigos y fa...