Recuerdo cuando tenía 14 años que dormía llorando, viendo su fotografía en mi celular, pensando en qué estaría haciendo él, si pensaba en mí como yo lo hacía en él. Creo que no, él no era tan llorón como yo. Daniel me quería, yo lo amaba. Él decía que no se podía amar a alguien que no se puede ver ni tocar, y quizás tenía razón, pero yo lo amaba como a nadie en el mundo. Ya ansiaba las vacaciones de verano para conocernos en persona.
Pensaba siempre en ese día:
Yo iría con mi vestido de color negro con rojo, estaría esperándolo en el terminal y él me llamaría diciendo "ya llegué". Yo me pondría nerviosa, ¿seré lo que él espera?. Olvidaría esa inseguridad e iría a buscarlo, entonces lo vería y me quedaría congelada. Él me observaría extrañado, pero con una sonrisa. Yo me pondría a llorar, lo abrazaría y le diría que me siento tan feliz, que quiero pasar el resto de mi vida con él, que no quiero que se vaya nunca.
Lástima que solo quedó en un pensamiento.
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Escritos Varios
RandomAquí almacenaré textos que iré escribiendo. No tendrán una cronología o temática en común. Quizás sí, no lo sé.