Capítulo Único

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Disclaimer: MDZS y sus personajes no son de mi propiedad. La canción pertenece a Luis Ramiro~.
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Wei Yuan, Lan SiZhui, suspiró cansinamente cuando vio la fecha. Ya eran diez años desde aquello, y todavía punzaba un poco.

Recuerda aún después de tiempo, el horrible olor a sexo, sudor, drogas, alcohol, y la música sonando estruendosa de fondo. Sus padres le habían rogado de todas las maneras posibles ir a esa fiesta libre. A sus dieciséis años, era la representación de lo pulcro, bien portado y digno. Pero su papá le había dicho que no sería adolescente por siempre, que se arrepentiría si no tenía amigos, o siquiera si no intentaba tenerlos.

Así que allí estaba, con un vaso de licor en sus manos que realmente no deseaba, con ganas de vomitar, y un gran mareo.

Los chicos lucían bien. La casa estaba casi a obscuras, parecía estar iluminada con breves linternas de fósforo que no terminaban de eliminar las penumbras.

La música era disgustante. No entendía ni media palabra, ¿Estaba en inglés? ¿En español? ¡No quería saberlo!

Quería estar en su cama, escuchando algo de música cultural, o en su defecto, música indie. Quería su cama, su calidez, a sus padres regañándolo por no dormir a las diez de la noche.

Pero se encontraba contemplando la miseria del mundo acumulada en una casa de cuarenta metros cuadrados.

Suspiró nuevamente, mientras se apartaba de los chicos con vaso en mano, y traspasaba la puerta. El olor de la droga lo tenía mal.

Cruzó la puerta y se maldijo internamente por no tener un abrigo. Las estrellas se veían preciosas, ¿Cómo no? Estaban en un terreno algo apartado de la ciudad, donde el cielo estaba libre de contaminación lumínica. Yuan amaba incluso el aire que respiraba si no fuera porque de vez en cuando sentía ese aroma tan nauseabundo.

Entonces lo vio. Un chico ligeramente más bajo, ¿Cinco centímetros, si acaso no? Sonriente, mirando fijamente la lata de Smile, la bebida con menos alcohol que alguna vez en su vida había probado.

Pero el chico parecía consternado. Como si realmente se hubiera embriagado.

-¡Hola! -Saludó alegre, con un brillo en los ojos que hizo brincar el corazón de SiZhui, volteando hacia él ¿Por qué ese niño estaba por ahí? ¿Siquiera alguien había notado su presencia?

SiZhui sí. Eso importaba. Y ahora sentía la enorme responsabilidad de cuidar del muchacho que estaba frente a esa puerta tan fría.

-¿Hola? -Contestó, mientras se acercaba. Usualmente nadie le hablaba primero, porque lucía como un chico aburrido. Pero este niño, ¿Quién rayos era este niño? Lucía tan inocente, como si nada en el mundo fuera lo suficientemente peligroso, como si no absorbiera la maldad del universo, ni del contexto.

Estaba tan fuera de lugar como Yuan.

-¡No puedo decirle mi nombre a desconocidos, pero si nos conocemos, lo puedo pensar! -Gritó, confirmándole a Yuan que el chico estaba ebrio.

Ahora sentía que le debía un favor al mundo, así que lo cuidaría.

-¿Joven...? -Dejó la pregunta abierta, por si acaso al muchacho de orbes bonitas se le ocurría deslizar en un accidente su nombre.

[Mo Dao Zu Shi] El monstruo del armario (ZhuiYi)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora