Capítulo 2: Sunset (Con musica de Motorama y Human Tetris)

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Hace mucho sentí la brisa del mar mirando el atardecer, tú estabas ahí, tan hermosa, tan perfecta, tan tú, jajá si, tan tú.

Recuerdo muy bien ese día, eran las 5:45 de un viernes, nos dirigíamos al sur y al ver una playa de olas azules me rogaste parar. Bajaste del auto y empezaste a grabar mientras yo sacaba las cosas necesarias del coche, tú me tomabas fotos y yo solo reía y te pedía que no siguieras mientras tú te reías y dabas varias veces clip.

Pondría música y miraríamos el atardecer mientras tú me contarías una anécdota de tu vida, yo también lo haría y luego nos besaríamos para luego decirnos cosas cursis.

Mis recuerdos se vuelven mi condena y mi droga, tan hermosa y a la ves peligrosa.

En ese momento al recordar todo eso me dormí, al despertar me serviría un vaso de agua y me desvestiría caminando de la cocina hasta el baño y entraría a la ducha desnudo y abriría toda la llave mientras sentiría el agua golpear mi rostro poco a poco.

Me acuerdo cuando entraste por primera vez a mi casa, te alarmaste por el desorden y me obligaste a limpiar todo, aún recuerdo como era tu mirada al concentrarse en hacer algo bien, como limpiabas el espejo del baño y te amargabas cuando yo me quedaba quieto contemplando tu belleza, aun lo recuerdo, y aun....lo sigo viendo. Cada momento que pase contigo, lo bueno, lo malo, todo.... todo eso aún está en mí, nadando en mi mente como barco hacia su destino que arriba a mi pesar mientras duermo y me grita al odio, recuerda, escucha, siente, siente, siente....

Cuando terminamos de limpiar tú te alegraste, me abrazaste, me diste un beso y nos reímos juntos. Te diste un baño y mientras yo esperaba mi turno miraba las noticias, que sentimiento aquel cuando saliste y pude verte un poco más, me sonroje y mire para otro lado, te reíste y luego te fuiste a cambiar. Luego, mientras yo me bañaba tu cocinabas, cuando salí el tentador aroma se apodero de mí, me llamo a la cocina y tú me mandaste a cambiar jajaja.

Comida deliciosa y un buen vino acompaño nuestra mesa, palabras, historias y anécdotas salían de nosotros. Yo siempre he dicho que la noche iba bien contigo, y hasta ahora lo creo, belleza clamorosa la tuya que hacía que mi mente se llenara de mariposas.

Nos quedábamos a ver películas y luego salíamos a comprar comida ya para la cena, tú querías a domicilio, pero yo te rogaba para salir a caminar.

Nos quedábamos siempre a mirar discos en el contemporáneo y tú siempre tan tú no mostrabas muchas emociones en público , si algo te disgustaba me lo decías con la mirada y yo lo entendía rápidamente , empezábamos a caminar y con un cigarro dábamos paso a los recuerdos y las palabras amorosas mientras mirábamos el mar en todo su esplendor , tú me abrazabas y te recostabas en mi brazo , a veces me quitabas las gafas y te las ponías , tan mona y tan hermosa , me dabas un beso luego y me preguntabas Nick ¿Por qué me amas? . Siempre daba la misma respuesta y tú me abrazabas más fuerte, me empezabas a decir cosas lindas en el odio y siempre terminabas con un "Te amo ".

La misma marca de cigarro, la misma hora, el mismo lugar, lo único que cambio... es que, tú ya no estas a mi lado.

Fumaba mientras sentía ir y venir a las personas, no apartaba mi mirada del mar y mi mente solo recordaba tal palabra como si las hubiera oído hace un momento, una lagrima tocaba mi rostro y alguien se dio cuenta de ello, una chica pequeña de ojos azules me preguntaba si estaba bien, mi ego casi me gana, más el dolor empezaba a aumentar.

-Nada, estoy bien.

-Mmm ¿Cómo te llamas chico?.

Cuando dijo tal palabra me acorde de tal momento, mis ojos se abrieron y la miraron, mi corazón empezó a apretar y mi mente se paralizo por unos momentos....

-Me llamo.... Nick .

-Cuando le di mi nombre la chica se acercó un poco más a mí y como si nos conociéramos de tiempo me pregunto, "Que pasa Nick ¿Por qué esa cara?". Eso me hizo reír y accedí a hablar.

-El amor, solo eso, amor.

-Amor eh, mmm vaya. Dime.... siempre frecuentaban este lugar ¿verdad?

Me sorprendí un poco, pero respondí. - Si, como lo sabes -.

-Lo note solo al mirar tus ojos.

(Valla respuesta) pensé extrañado. Entonces pregunté. - ¿De dónde eres?

-Soy de...... Suecia, Tu eres de acá, ¿no?

-Si. ¿Y qué haces por aquí?

-Soy mochilera, por eso estoy aquí, me dijeron que este es el punto de encuentro.

-Mmm Entiendo, ¿y qué edad tienes?

-26 ¿y tú?

-25

- ¿Y sufriendo por una mujer? No te agobies, pronto encontraras a alguien mejor.

-Emm si, supongo....

-Bueno chico, que te parece si te invito un café, ¿sale?

-Mmm.... okey.

Ese día conocí a Elena, una tipa rubia de 1.65, que se dio el tiempo de preguntarle a un desconocido por que gritaba en silencio.

Una historia depresiva para gente depresivaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora