Relato de Navidad Parte 2

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Unos días después un oficial de policía llegó a mi celda, con una llave del montón que hay en el llavero, abrió la celda.

Mi corazón comenzó a latir desenfrenado sin saber que pasaría.

Dijo mi nombre: Robert Dawney.

Una parte de mi irradiaba confusión y felicidad. ¿Porque? Este oficial me llevo a la oficina de el investigador encargado de mi caso y sólo nos llevan con estos oficiales por dos razones. Una porque nos dejarían en libertad bajo palabra y otra por finalización de condena o por algún suceso relevante en el caso.

Por el investigador fui llevado hacia la sala de interrogatorios y estando ahí me informó que habría un nuevo juicio para decidir mi futuro. También me informó que encontraron al verdadero criminal, esa persona había violado y asesinado a una chica menor de edad, de unos diecisiete años.

Habían evidencias que eran muy similares al caso del que se me incrimino.

El día del juicio llegó. Para resumir a unas cortas palabras me dejaron libre y por los diez largos años que estuve preso me dieron una cantidad de dinero muy cariñosa. 11.5 millones de dólares. Por el tiempo preso, todos los traumas y fracturas que tuve que pasar. Estaba muy feliz por salir. Dios realmente recibió mis plegarias...

Hoy es 21 de diciembre, con el dinero que tenia en la cuenta que me establecieron para mi uso personal, podía comprar y hacer cualquier cosa que quisiese, claro sin infringir las leyes. Lo primero que hice fue hospedarme en un hotel, comprar un celular y llamar a mi hermana –la encargada de cuidar a mi hijo– le informe todo e incluso lo que tenía planeado.

Llegado el día 24 de diciembre fui hacia la casa de mi hermana –mi casa la tomo el estado por que no había quien la cuidara o mantuviera en buen estado, pronto estará de nuevo en mis manos–.

Contraté a una mujer para que llamara al número de la casa de mi hermana, ella ya sabiendo todo, dejó que mi hijo contestara.

–Robert Jr. ¿Puedes abrir la puerta un momento? Hay una sorpresa para ti –hablaba la chica con confianza en su voz.

Está bien...

El niño colgó y en pocos segundos la puerta se abrió. Y ahí estaba yo, en la acera con los brazos abiertos y un montón de regalos a mi al rededor. El niño corrió feliz gritando "Papá". Los vecinos que desde sus casas o fuera de ellas, nos observaban con ternura. Ellos sabían toda mi historia.

Se lanzó a mis brazos, lágrimas recorrían sus rosadas mejillas...

–Hijo... –un sollozo salió de mi boca– de ahora en adelante podremos estar juntos... Haremos todo lo que no pudimos y recuperaremos el tiempo juntos...

Mi hijo asintió con rapidez.

La mujer que hizo la llamada comenzó a cantar "Feliz Navidad", los vecinos conmovidos por la escena se acercaron y cantaron junto a ella.

Poco después de esto comencé a jugar con mi hijo. Cuando recordé preguntarle a mi hermana: –Clara, ¿crees que la cena alcance para dos personas más? –asintió– vendrán dos amigos que conocí en la prisión. No te preocupes, dejaron atrás su pasado.

Volvió a asentir.

Mi hijo, mi hermana, su esposo, mis dos amigos y la chica que me ayudó a hacerle la sorpresa a mi hijo. Pasamos una velada estupenda. Cena, risas, bailes y más. Disfrutamos como si no hubiera un mañana...

Fue la Navidad perfecta. Recupere a mi hijo, recupere mi vida, tengo nuevos y verdaderos amigos... Los psicólogos y demás personas cuentan que un verdadero amigo se conoce en los malos momentos. ¿Porque lo afirmo? Pues, por que todos los "amigos" que tenía, nunca me visitaron, no dieron señales de vida. A Robin y Mike los conocí en mi peor momento y poco a poco se ganaron mi total confianza convirtiéndose así en mis mejores amigos...

La Navidad no siempre suele ser feliz para muchas personas, si estás pasando malos momentos, siempre llegará un momento que te levantarás y por obra de Dios o el destino tendrás el mejor día de tu vida.

Si ves o observas a una persona que no está pasando bien la Navidad, acercate y pasa un momento con esa persona. Trata de alegrar su noche, nunca sabes que está pasando o pensando. No está de más ayudar... ¿Quién sabe? Puedes obtener un nuevo amigo...

Luego de la oscuridad hay una luz que ilumina todo.

Siempre, después de la tormenta hay paz...

Que tengas una feliz Navidad y un próspero año nuevo.

Fin...

¡¡Gracias por leer!!

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Si siento que este relato fue muy apoyado, para la próxima Navidad haré un relato que será la secuela de este... Digo esto porque ya tengo la idea de como lo haría.

El Valor de la Navidad (Pronto será Editada).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora