EL DOLOR DEL AMOR (PAUSADA Y EN PROCESO DE RE ESCRITURA)

EL DOLOR DEL AMOR CAPÍTULO 21

CASTILLO IMPERIAL DE ALVAREZ – CIUDAD VISTARION...

 La destrucción y el caos se seguían esparciendo por Álvarez y un gran ejemplo de esto era la propia capital del imperio, pues en estos momentos la ciudad de Vistarion estaba completamente en ruinas, y ahora en el castillo el emperador Zeref tenía que afrontar a aquel que fuera el responsable de toda su desgracia.

Ankhseram Dios de la vida y la muerte miraba fijamente a aquel que había servido a sus planes durante algún tiempo, acompañándolo estaban Homura y su ayudante Zenaku, el Dios miraba fijamente a Zeref sintiéndose superior a él en todo aspecto, y aunque actualmente no contaba con su cuerpo verdadero el Dios todavía tenía la fuerza para respaldar sus creencias.

- Es bueno verte de nuevo Zeref, pero por tu expresión parece que no te da mucho gusto verme, es una lástima yo pensé que éramos amigos.

El Dios decía aquellas palabras y fingiendo estar dolido, pero Zeref sabía perfectamente que este Dios no tenía amigos, y además estaba consciente de que a pesar de la apariencia infantil con la que contaba Ankhseram ahora él seguía siendo un ser poderoso que estaba por encima de sus habilidades.

A pesar de que durante muchos años Zeref había anhelado la muerte, él siempre pensó que la única persona que podía acabar con su vida era su Hermano Natsu, pero luego de que él muriera Zeref había dejado de anhelar la muerte y por el contrario ahora lo que deseaba era volver el tiempo tras y estar de nuevo junto a los que alguna vez amó, y durante estos últimos años el mago negro había buscado la manera de lograrlo, y hace poco había encontrado la manera de poder hacerlo, ahora estaba trazando un plan que no podía fallar.

Sin embargo, justo en estos momentos sus planes se veían en peligro tras la aparición de Ankhseram, pero Zeref no podía permitir bajo ningún concepto que sus planes fracasaran, y aun sabiendo la abismal diferencia que había entre ambos Zeref no estaba dispuesto a dejarse intimidar por lo que elevando su poder al máximo dijo:

- Tu y yo jamás seremos amigos Ankhseram, y sea cual sea la razón por la que tú y esos dos están aquí más vale que justifique toda la destrucción sin sentido que has causado.

- Ja, ¿acaso te preocupa la vida de las personas que viven aquí?

- Por supuesto que no, simplemente me disgusta que otro destruya mis juguetes.

- jajaja, sí eso es algo que esperaría de ti Zeref, como sea, en realidad la razón por la que estamos aquí o mejor dicho la razón por la que estoy aquí es porque tú utilidad para con mi causa ya termino, y como tal ahora tú solamente eres un cabo suelto que debo eliminar.

Aunque exteriormente Zeref no mostrara preocupación  por las palabras de Ankhseram, lo cierto era que en su interior el mago negro realmente se estaba empezando a preocupar un poco dada la situación, pero antes de que pudiera decir algo pudo ver cómo aquella chica que acompañaba a Ankhseram daba un paso al frente para luego decir:

- Parece que finalmente todos Han terminado su trabajo.

Agitando su mano levemente aquella chica abrió una serie de portales de los cuales salieron figuras que Zeref conocía muy bien, pues diez de sus doce spriggan habían sido arrojados frente a sus pies, inclusive Invel el cual se suponía debía estar brindando apoyo a las afueras del castillo estaba ahora maniatado y golpeado fuertemente, mientras que otros cómo August y Dimaria estaban muertos con sus cuerpos mutilados, otros como Larcade estaban ya al borde de la muerte.

- Oh, lamento si hemos maltratado más de la cuenta a tus marionetas, incluso creo que yo mismo desintegre a una, y en cuanto a la otra creo que escapó, pero no me importa, en fin, ahora que finalmente estamos casi completos creo que es momento de llamar a dos personas que seguramente más estar muy contento de ver.