capitulo 1

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La primera vez que kukui vio a ash ketchum fue cuando mallow le mostro la escuela pokemon al chico y sin duda su primera impresión fue de que era un chico sumamente energético, con muchas ansias de aprender, mas tarde ese mismo día, cuando el niño salto a defender a otro de sus alumnos, kiawe, que peleaba contra una banda de criminales solamente porque era injusto un 3 vs 1, pensó que no solo era energético, también que tenía un gran corazón. Por eso cuando su madre delia fue a hablar directamente con él para ver algún lugar donde su hijo se podía quedar mientras asistía a la escuela pokemon, a su mente llego el recuerdo de un desván que estaba acumulando polvo y que sería adecuado para el niño.

Kukui- yo puedo hospedarlo mientras se quede en alola señora ketchum- dijo con una sonrisa

Delia- eso sería maravilloso profesor kukui- sonrió pero vacilo un poco- sin embargo creo que tengo que advertirle algo, aunque tal vez no sea nada- su boca formo una mueca

Kukui-¿Qué es?- dijo con curiosidad, tal vez ash era hiperactivo o tal vez un poco rebelde, eso no le preocupaba, en realidad, para nada, el era maestro y podía cuidar de adolecentes problemáticos, rayos, el mismo fue uno muy problemático.

Delia- no es muy importante la verdad-suspiro- solo tiene que saber que ash es realmente mi mundo entero- kukui sonrió, una madre cariñosa y preocupada por su cachorro- sin embargo el no lo ve así, el no verá nada más que a quienes ama y su seguridad- el ambiente se puso frio y kukui se empezó a preocupar- profesor... no es porque sea mi hijo, pero, conocer a ash es amarlo y me temo que ... usted llegara a saber que mi hijo es mas especial de lo que deja ver a simple vista, usted lo comprenderá, usted lo vivirá- la mujer lo miro con una incómoda sonrisa- por favor no se altere y comprenda que el siempre volverá-

Kukui no sabía que decir, el se encontró con madres sobreprotectoras pero esta mujer... estaba insinuando algo mas, algo mucho más grande...

No sabía que decir por lo que solo sonrió y asintió, delia parecía conforme con la respuesta.

Es así como llegamos a la escena de ahora, ash frente a la clase, presentándose y hablando sobre su región de origen, la pregunta de sofocle eran divertidas, tratando de sacar la mayor información posible como siempre, a su lado estaba kiawe, tratando de comportarse como el mayor, pero aun curioso por el nuevo, kukui sonrió divertido, no sabía si era solo porque era nuevo o ash realmente podía hacer que las personas gravitaran a su alrededor. De todas maneras decidió quedarse callado y solo escuchar a los adolecentes.

Lana-¿por qué decidiste quedarte en alola ash?- pregunto la chica del cabello azul, entusiasmado

Ash-la principal razón es porque me pareció increíble- su sonrisa parecía disparar destellos, kukui lo asocio al sol que se reflejaba en ese momento- pero sobre todo porque puedo capturar nuevos pokemon, hacer nuevos amigos y aprender mucho más para convertirme en maestro pokemon- dijo con entusiasmo- pero alola me sigue pareciendo increíble en su forma de interactuar con gente y pokemon-

Kukui volvió a sonreír ante esto, el chico era muy sincero y tenía metas muy grandes, de todo corazón deseo que sus sueños se cumplieran.

Sofocle- es increíble ash – dijo el chico mirando la muñeca de ash

Mallow- ese es un cristal z- dijo la chica sorprendida

Kiawe- ese es un electrum-z ¿Dónde lo conseguiste?- dijo avanzando al chico, el cual lo miro por unos instantes para sonreír radiante.

Ash- me lo regalo tapu koko ayer-todos se sorprendieron por lo dicho, pero las cosas se estaban saliendo un poco de control cuando kiawe empezó a sermonear al chico de kanto con la responsabilidad, la unión de pokemon entrenador y mas, kukui vio en los ojos de ash la comprensión, como si lo que kiawe dijo era una verdad universal, una lección que conocía bastante bien, decidió intervenir para que no pasara a mayores, así continuo la clase, la fascinación de ash por saber la diferencia de los pokemones de las diferentes regiones le hizo sonreír, era como ver a un cachorro emocionado.

Es mi hijo, perraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora