《7》

120 22 0
                                    

—Oye, ¿cómo se pelearon mis padres? —preguntó Renjun de repente, haciendo que Jaemin se ahogara cuando probó el almuerzo, asustando al chino

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Oye, ¿cómo se pelearon mis padres? —preguntó Renjun de repente, haciendo que Jaemin se ahogara cuando probó el almuerzo, asustando al chino.

—Sinceramente, no debería ser yo quien te lo cuente... —empezó Jaemin, recuperándose —pero si insistes quien soy yo para negarme —negó con la cabeza.

Sirvió la comida, cuando lo hizo se sentó frente a Renjun para empezar a hablar.

—Digamos que cuando le dijimos a tu padre que estábamos saliendo, no lo tomó bien, para nada bien —empezó Jaemin mientras el mayor lo observaba atento llevando los palillos a su boca —Aunque, después de tener una charla con tu madre lo aceptó... a medias.

—¿A medias?

—Nos dejaba estar juntos, pero todavía no lograba procesar que a su hijo no le gustaran las mujeres, como, según él "era lo normal" —hizo comillas con sus dedos y siguió hablando mientras comía —El problema vino cuando Chenle un día llegó a casa y nos dijo que le gustaba un niño de su salón. Nosotros no le dimos mucha importancia, pero tu padre había entrado a la habitación cuando Chenle lo dijo y... digamos que se armó.

—¿Qué hizo? —preguntó Renjun intrigado y preocupado por cómo pudo haberlo pasado su hermano.

—Tu padre te culpó por meterle ideas equivocadas a su hijo, y luego me culpó a mi de influenciarlos a ambos —Jaemin relató y por una fracción de segundo, sus ojos demostraron una pizca de dolor —Tomó del brazo a Chenle, dispuesto a alejarlo de nosotros, pero te opusiste y en el momento en el que te alzó la mano, entró tu madre diciendo que quiere el divorcio.

Los ojos de Renjun se abrieron de par en par al escuchar eso. ¿Su padre se había atrevido a levantarle la mano? ¿Había tenido en mente llegar a hacerle daño por algo que no era su culpa?

—Tu padre le rogó a tu madre no dejarlo, pero ella se negó, alegando que no podía estar con alguien que le levante la mano a su hijo por amar —finalizó Jaemin y vio como Renjun dejaba los palillos en la mesa, todavía sorprendido —O-oye, ¿estás bien?

El chino tardó en procesar aquello, pero terminó asintiendo —Solo... me cuesta un poco creerlo.

—Yo tampoco lo creía cuando estaba pasando frente a mis ojos, pero en realidad ya es algo pasado —Jaemin le dedicó una cálida sonrisa —Ustedes se quedaron en mi departamento por un tiempo hasta que su padre los citó a ambos a un restaurante para hablar. Según lo que recuerdo que me contaste, se disculpó por todo lo que había hecho, había logrado recapacitar y saber que lo que ustedes hacían no estaba mal y decidió volver a China con su familia.

—¿Y mamá? ¿Cómo terminó en Francia? —preguntó Renjun más tranquilo al saber que ya no había más tensiones entre él y su padre.

—A la semana que se divorció con tu padre, la llamaron para diseñar un vestido para una novia en Francia, específicamente en París, y ella aceptó al no tener algo que la mantenga aquí, pues tú y Chenle se quedaron conmigo hasta que Chenle fue capaz de conseguir un departamento propio y nosotros nos mudamos aquí. Todos terminamos felices y comimos perdices —dijo Jaemin con una amplia sonrisa en su cara, haciendo reír al mayor por lo tierno que se veía.

Memories | JaejunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora