Raro comienzo

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Chise y yo nos separamos y dejamos a David comiendo. Seguí hasta al final de la calle y pensé en salir fuera de todo ese bullicio. Cruzé un paso de cebra y al girar a la izquierda la vi.

-Por fin encuentro lo que he venido a buscar. - Dije mientras corría hacia el lugar.

Entré sin pensármelo dos veces y tuve suerte porque no había nadie en la puerta, lo que significaba que no tenía que pagar, así que entré corriendo y me paré en seco asombrada.
Era una pista de hielo enorme, había muchos asientos y las luces eran muy fuertes. Extrañamente no había absolutamente nadie, eso me sorprendió, sobre todo en ésta época del año, porque se supone que es cuando la gente viene más a patinar.

-Quiero entrar...- Dije como si le estuviera pidiera permiso a la pista. No había nadie y no sé si era porque estaba reservada para algún especialista o simplemente porque hoy la gente prefería ir a otro sitio.-A la mierda...- Iba a entrar y me dispuse a dirigirme al vestuario dónde se supone que tendrían que estar los patines, pero paré en seco al darme cuenta de que había alguien más allí.

Apareció una... niño? Sí, era un niño con el pelo largo y rubio, al menos era lo que podía distinguir de lejos. Tenía puesto los patines y discutía con alguien. Sé que discutía con alguien porque le estaba gritando a los vestuarios y de verdad esperaba que no estuviera hablando solo.

-Menudo genio... - Me sorprendí porque daba realmente miedo escucharlo gritar, parecía estar muy enfadado. - Tendrá hambre?

De un momento a otro dejó de discutir con la persona o con lo que sea que estuviera dentro del vestuario y se lanzó a la pista. Todavía no se había dado cuenta de mi presencia y agradecí eso en silencio. Se colocó hábilmente enmedio de la pista,y empezó a patinar....

****************

Chise se adentró por los callejones que daban a más y más puestos.

-Sólo hay puestos aquí o que? - Estaba cansada de ver tantos puestos , ya había comprado algunas cosas y se disponía a llamar a sus amigos cuando algo le llamó la atención - Una atracción de terror? - Sí, y así era, había un gran atracción de terror a un lado de la calle, era una gran casa decorada con cabezas humanas, arañas y todas esas cosas que se suponen que dan miedo. Había poca gente en la puerta esperando para entrar.

-Ésto no tiene sentido... Qué hace una atracción de terror en medio de la calle? Acaso aquí es halloween? - Dijo mientras la miraba atentamente, y sin más se dirigió hacia ella.
Pagó la entrada y esperó la poca cola que había. Sonó un ruido en la puerta de la atracción y salió un hombre disfrazado para recibir a los siguientes. Los miró por encima del hombro a todos y habló.

-Estáis seguros de que queréis entrar y pasar por los horrores que os aguardan en ésta casa? - Las cuatro personas de delante asintieron entre grititos y risas- Bien, vosotros lo habéis querido. Os diré las normas fundamentales que debéis tener en cuenta en todo momento ahí dentro; No toquéis y no seréis tocados. No corráis si no queréis ser perseguidos. No os separéis y hacedles caso a las indicaciones que os den si queréis salir vivos de ahí. Y ahora, pasad hacia la entrada del infierno.

Las cuatro personas entraron y nada más cerrarse la puerta se empezaron a escuchar gritos.

-Enserio?

A Chise no le daba especialmente miedo ninguna de estas cosas, pero si le gustaba probarlas.
Al pasar unos minutos el hombre de dentro volvió a salir. Iba a decir las mismas cuatro frases de antes pero esta vez solo empezó a mirar detrás de Chise como si buscara algo.

-Dónde están tus amigos, chica?

-No tengo.

-No tienes ?

-Bueno, si tengo, pero no están aquí.

-Estás sola?

-Si.

-No va a entrar nadie contigo?

-No... Algún problema?

-...

-No tengo miedo, solo déjame entrar y ya.

-Pero sola da más miedo.

-A mi no.

-Pe-pero...

-Me va a dejar entrar o no? - A Chise ya se le estaba acabando la paciencia. Qué problema había si iba sola? Acaso eso era ilegal en Rusia?

-Ah, mira! Hay viene alguien para acompañarte- Chise se giró extrañada y vio acercarse a un chico pelirrojo. El chico se detuvo al lado ellos y tanto Chise como el hombre se quedaron mirándolo sin decirle nada.

-Ho-hola... -El chico habló pero seguía sin recibir respuesta - Está cerrada la atracción?

-Oh.... Oh ! No no ! Solo esperamos a que viniera más gente y así ella no tenía entrar sola.

-A mi me daba igual entrar sola. - Chise miró al hombre con mala cara y éste soltó una risa nerviosa.

-Am..., entonces, podemos entrar ya? - Preguntó el chico impacientándose.

-Si, si... Ejem. Estáis seguros de que queréis entrar y p-

-Deja ya eso, sólo déjanos pasar y ya. - Dijo Chise enfadada interrumpiendo de golpe al hombre.

-Per-

-Tío, ya nos sabemos todos las reglas, en todas las atracciones de terror es lo mismo y esta no parece diferente. - Esas palabras del pelirrojo fueron como un cubo de agua fría para el hombre.

-Pasad... -Susurró el señor que parecía hundido.

-Por fin.

-Llevas mucho rato esperando?

-Demasiado... - Después de la respuesta de Chise hacia el chico las puertas se cerraron tras ellos. Todo estaba oscuro y al momento se encendieron unas luces con un tono azulado haciéndoles ver que estaban en una habitación que parecía ser la entrada de una casa. Tres cabezas que estaban colocadas arriba de lo que parecía un armario empezaron a hablar.

-Estáis en la puerta al infierno. Ya no podéis volver a salir a no ser que sigáis adelante y sobreviváis a las torturas que os esperan dent-

-Oye, y cómo te llamas?

-Chise y tú?

-Dorian, encantado.

-Ya, igualmente. -Chise y Dorian siguieron su conversación ignorando lo que decían las cabezas que había en la habitación. Después de mirarse extrañadas, las tres cabezas decidieron no decir nada más y abrieron pasó a la siguiente puerta.
Chise y Dorian se dieron cuenta de ésto y pasaron a la siguiente "habitación" que era más estrecha que la anterior. Tenían que pasar por un largo y oscuro pasillo para llegar a la puerta que estaba al final de éste.










Nada pasa porque sí. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora