Santa Lance y su reno desgreñado

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Había llegado la víspera de Navidad y, como no podía ser de otra manera, los cuatro compañeros de piso convivían en ese instante bajo un caos monopolizado por los nervios, el estrés y el minutero del reloj, que seguía avanzando a pesar de que el pavo que Keith había comprado había desaparecido sin dejar rastro, ninguno se había acordado de ir al súper a por gambas y Lance casi había provocado un cortocircuito con las luces que había terminado de repartir por toda la casa.

___ ESPECIAL NAVIDAD: SANTA LANCE Y SU RENO DESGREÑADO ___

SHIRO: Acho, en serio, ¿dónde está el pavo?- insistió la chica desde la cocina, cuyos ojos todavía saltaban de un estante del frigo al otro

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SHIRO: Acho, en serio, ¿dónde está el pavo?- insistió la chica desde la cocina, cuyos ojos todavía saltaban de un estante del frigo al otro.

ROXY: No tiene que estar lejos. Es un pavo dentro de un plástico— dijo la chica, mirando en todas las alacenas de la cocina.

SHIRO: Pues o aparece ya o le van dando por culo: son las siete y todavía tengo que lavarme el pelo...

ROXY: Mandemos a los chicos a por las cosas que faltan. De mientras, puedes ir a lavarte en tanto que yo busco— sugirió mirando al fondo de uno de los cajones de la despensa.

Shiro asintió con la cabeza y dejó que un suspiro de exasperación le arrancase el aire que le quedaba en los pulmones. Salió de la cocina para dirigirse al salón y buscó a Lance con la mirada, quien todavía estaba liado entre una maraña incontrolable de luces de Navidad.

SHIRO: Déjate eso, ponte algo decente y tira a comprar un pavo antes de que cierren el súper.

LANCE: ¿Qué? ¿Ahora?

Keith por su parte surgió desde el pasillo con una caja vacía de adornos 

KEITH: También hay que comprar las uvas y las gambas. Así que, de acuerdo. Vamos Lance. 

LANCE: Pero vamos a ver, ¿no compraste tú el pavo hace tres días? No podemos ir ahora: los chicos tienen que estar al llegar.

SHIRO: ¿Qué chicos?— inquirió la joven al tiempo que arqueaba una ceja, interrogante.

LANCE: Hunk, Pidge, Shiro... Ya sabes, los chicos. Como vosotras habéis invitado a vuestras amigas para después de la cena, pensé que sería buena idea que nosotros invitásemos a los nuestros— respondió al tiempo que se encogía de hombros para restarle importancia al asunto.

KEITH: Los chicos vienen a las 10, son las siete— dijo el moreno mirando el reloj—. Casi no tenemos nada para poner en la mesa. El pavo lo está buscando Roxy, las luces ya casi están todas puestas. Pero aún falta comprar cosas, así que deja eso y vámonos— añadió, ayudándole a salir de la maraña de cables de luces de colores.

Shiro se pasó ambas manos por la cara mientras su cabeza todavía trataba de procesar que aquel par de idiotas se hubieran planteado invitar a tres personas más sin siquiera comentárselo, pero decidió encerrarse en el cuarto de baño antes de que acabara explotando en una ola de improperios.

SHUT UP, LANCE [Klance ¿?]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora