MEMORIAS ATORMENTADAS

capítulo 4

Al fin llegue a “manhattan” ahora tendría que buscar la dirección que el profesor willo me había dado el día anterior, pero antes que eso estaba claro tendría que buscar un buen hotel para hospedarme el tiempo aquí.

Mire uno, su nombre la posada del sultán, me adentre y pedí una habitación, era la más barata de todo el hotel, pero me Valia para mi estadía por aquí.

Subí a la habitación, tomé una ducha y me vestí con mi único cambio que traje aquí.

Unos jeans, tenis converse azul marino, y una camisa blanca de manga larga, casual, pero para mí más formal que el mismo presidente.
Baje y mire mi fiel compañero Nissan, subí en él y encendí el GPS, introduje la dirección de la tarjeta y me guío directo a ella, estacioné en la acera y baje del vehículo, se miraba un gran edificio de mas de 15 plantas era hermoso, su color blanco aperlado y sus ventanas tintadas, completamente negras y con el logo “TALEN’S” era realmente hermoso.

Entre en ella y miré una chica con un traje bastante mas formal que el mío, con cabello perfectamente recogido, dudé un poco en acercarme, pero al final lo hice.

-buenos días disculpé, mi nombre es LILIANA ESTALLONE escribí un libro y me llamaron de mi instituto diciendo que me habían aceptado.
dije soltando todo de
golpe, tratando de mantener la calma.

-es usted la escritora de la novela “fieras de amor” ¿no?, el señor TALS me pidió que la hiciera pasar, espere aquí señorita Estallone.

-si esa soy yo, he, la espero aquí? - dije más nerviosa que nada en este mundo,esperando terminar la conversación lo antes posible.
La chica salió del mostrador, subió al elevador y se perdió en él, me quede mirando
el enorme espacio que tenía este lobby, el color blanco daba una gran sensación
de paz y el negro le daba algunos toques de elegancia.

Después de unos 10 minutos llego la misma chica con un gafete que decía mi
nombre y con letras cursivas “invitado”.
-el señor TALS me pidió que lo trajera por el tiempo que estuviera aquí, venga conmigo. – dijo dándome el gafete y caminando a lo que accedí a seguirla.
Tomamos el elevador y llegamos a una puerta de madera muy bella con la insignia
“TALENT’S” grabada en lo alto de la puerta.
La chica toco varias veces, hasta que una voz se escucho desde dentro del que
supongo era el despacho del director de este emporio.

- pase señorita Estallone-. Dijo aquella voz que al escucharla me erizo los cabellos, su voz profunda, autoritaria, pero con una pisca de dulzura era capaz de erizarme solo con ella.

Entre despacio esperando ver aun jefe como un ogro, pero la belleza de un chico
muy joven como de unos 23 años me impacto, su cabello castaño y su mirada café
penetraba mi alma.
-bienvenida señorita Estallone le puedo ofrecer algo?