22.

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Emilio.

— Emilio...

Mis ojos abren de repente,mi vista en un poco borrosa,parpadeo un par de veces asta ver con claridad,me giro hacia el reloj que se encuentra en mi buró.

Son las 5 de la mañana,no entiendo por qué me desperté a esta hora,intento retomar mi sueño pero no logro intentar; quise revisar mi celular pero me daba tanta flojera ir a cogerlo a la mesa que está alado de mi puerta.No sé porque tengo la necesidad de salir corriendo como si alguien me estuviera esperando,bueno tal vez sea por qué soy un loco que está despierto a tan tempranas horas.

Bien no podré dormir,así que me quedo boca a arriba viendo el techo,hay unas pequeñas estrellas pegadas en el,varios colores pero los que más resaltan son las azules y amarillas.
Al juntar todas,forman unos preciosos ojos,los que sueño encontrar algún día.

Me pierdo tanto en ellos que recuerdo el sueño que acabo de tener,no se exactamente de qué trataba pero algo que lo tengo claro es que alguien gritaba mi nombre,no gritar de forma mala si no con dulsura,su voz era como de un ángel,no recuerdo su rostro pero sé que era un chico,un chico hermoso por tener esa voz.

[...]

— ¡Emilio,ya despierta se te hará tarde para la cita que tienes hoy con una prensa!

— Otros 5 minutos — digo quejándome,asta que recuerdo que — ¡Diablos,la prensa! ¡¿Por qué no me despiertas Romina?!

Abro mis ojos de golpe y me levanto de mi cama rápidamente,voy directo al baño y me doy una ducha lo más rápido posible,me cambió como flash y corro para bajar las escaleras que te llevan a la sala.

— Corazón,¿No vas a comer? — mi madre pregunta,en lo que sirve a mi hermana.

— No ma,tengo que irme,tengo entrevista sobre Aristemo — le doy un beso en la frente y me despido de Romina con un movimiento de manos.

Mientras manejo me preguntó asta cuando terminara este ‘momento de fama’,no es por qué la fama me moleste o incluso los fans,al contrario,me es lindo saber que hay personas que me apoyan a mí y a mi trabajo,gracias a mi papel como Aristóteles Corsega que enseño a Miles de personas que  el amor es amor sin importar el género,me he dado a conocer un poco más gracias a ello,pero estoy  arto de tantas entrevistas,sobre todo de pasar tiempo con el chico al cual le dió vida a Cuauhtémoc López,el es la pareja de mi personaje,es un chico lindo por así decirlo pero su forma de ser jamás a cuadrado con migo.

No entiendo cómo mi padre le pudo dar ese papel a Isaac,cuando le pudo haber dado el papel a aquel chico pequeño que tenía unos ojos color miel tan hermosos.

— Disculpa ¡Perdón, perdón! — Intentaba limpiar mi camisa el licuado con unas servilletas.

— Oye no pasa nada,solo es licuado — quite sus manos de mi camisa y el levanto su mirada.

— Enverdad lo siento — el también se limpiaba ya que también le cayó un poco.

Se me quedo mirando un poco y vaya sorpresa.

— Que lindos ojos — El solo dijo un pequeño ‘gracias’ — ¿Veniste al casting?

— Este,si sí — Volvió a limpiarse,note un pequeño color carmesí en sus cachetes,algo que se me hizo lindo.

— Bueno espero y quedes,por qué siento que tú eres el indicado — Dije sin dejar de mirar cómo trataba de limpiarse torpemente.

— Eso espero,bueno te dejo — iba a agregar más pero me miró confuso así que entendí.

— Me llamo Emilio,tú ¿cómo te llamas?

— Joaquín — su celular empezó a sonar y lo saco de la bolsa trasera de  su pantalón,no contesto solo miraba la pantalla — Este bueno me voy,fue un gusto.

— El gusto fue mío,espero verte de nuevo.

Recuerdo con exactitud ese día,pero después de eso jamás lo volví a ver,cuando me enteré que el no tenía el papel me enoje demasiado,por qué yo veía magia en el,veía demasiado talento.





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Gracias por seguir leyendo esta historia,se que dió un giro, pero pronto entenderán,téngame paciencia.

Por las vacaciones de invierno les estaré actualizando un poco más seguido,sin más que decir espero les haya gustado este capítulo.

Los amo mucho 💗

Manos multicolor [ᴇᴍɪʟɪᴀᴄᴏ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora