Capitulo 9

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¡Siento mucho que esto sea publicado tan tarde!.

Pero aquí está el capítulo 9, tarde y ligeramente apresurado y todavía no estoy del todo contento con él, pero es probablemente lo mejor que puedo hacer. Después de este capítulo, estamos en la recta final y ¡todo lo demás seran momentos divertidos y felices!

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Las enormes patas de Izuku retumban sobre la calle pavimentada, cada movimiento de sus músculos lo llevan más lejos de la ciudad y más cerca de kacchan. Su pisadas son lo suficientemente fuerte y pesados como para romper el pavimento de la acera justo después de la última tienda. Pasa por el frente de su propia casa soltando un aullido furioso.

¿Cómo diablos  ese bastardo logro huir con nuestro Alfa?

No , no lo , tengo que encontrarlo. ¡Hay que traerlo a casa para que este a salvo con nuestros cachorros!

¡Necesitamos saberloNecesitamos un plan! No podemos simplemente enfrentarlos a él como si nada, mis cachorros ... ¡Yo tampoco puedo arriesgarlos a ellos!

Atraviesa el bosque soltando un aullido que hace que los pájaros huyan, justo cuando un rayo cae sobre un árbol frente a él, iluminando un trío de sombras que se interponen en su camino. Izuku sacude su enorme cabeza para aclarar su visión de las manchas que dejó el rayo. Estos hombres lobo apestan a descomposición, a podredumbre, a muerte, hacen que Izuku aulle. El sonido rebota en los troncos de los árboles circundantes, lo suficientemente fuerte como para sacudir las hojas sueltas en las ramas. Él salta, sus poderosas piernas que lo impulsan hacia adelante para aterrizar con sus dientes profundamente enterrados en el cuello de un hombre lobo. Izuku retira sus colmillos con un gruñido, dejando que el hombre lobo caiga sin fuerzas bajo sus patas mientras sus labios se enroscan lejos de sus dientes.

Los otros dos hombres lobo caminaban nerviosamente, mirando el cadáver caído de su compañero de manada y lloriqueando el uno al otro. Izuku mantiene sus ojos fijos en ellos, esperando que los lobos o la bruja hagan un movimiento.

La bruja se mueve primero, sin esperar a darle a los lobos la oportunidad de atacar.

Otro relámpago golpea el suelo entre los lobos, lanzándolos como juguetes rotos. Sigue el relámpago hacia arriba con una pared de llamas circular que se contrae rápidamente, encerrando al dúo hasta que gritan de dolor y desaparecen en una columna de cenizas y humo. Las llamas se filtran y él salta hacia atrás, dejándoles devorar el cadáver que hizo y asegurando su muerte.

Cuando él se voltea para mirarla, la bruja de manto rojo tiene su báculo plantado en la tierra, el viento agita su cabello y su capucha. La sangre todavía gotea lentamente de la herida en su cuello, y hay un fuego ardiendo en sus ojos que rivaliza con la furia de Katsuki.

¡No dejes que se interponga en nuestro camino!

¡Bruja! ¡No intentes detenerme!

Su nariz está sangrando y se estremece con cada gruñido de su lobo, pero ella se mantiene firme, manteniendo sus manos firmes en su báculo. Una ráfaga de viento lo aleja de ella, arrojándolo como si pesara poco más que una hoja. Él gruñe, plantando sus patas mientras ella se inclina pesadamente sobre su báculo. El viento azota furiosamente a su alrededor mientras los dos se miran fijamente.

El Llamado de la LunaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora