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El tiempo paso demasiado rápido para San cuando pensaba en las cosas raras que le pasaban después de que perdiese uno de sus objetos mágicos, pero si es que se habla de una boda real. La vez en la que Wooyoung rompió el lápiz de San, solo había pasado un par de semanas para que el consorte lo digiriese todo.

Pero creía que Wooyoung no pensaba lo mismo, puesto que Wooyoung y san salieron después de un mes hacia un bosque realmente bello, tenían bonitos pétalos de rosas colgando, y a San le encanto el paisaje, pero no la compañía. Así que trató de ignorarlo.

Fue imposible, por cierto, ya que cuando se hizo de noche, las luciérnagas dominaron todo lo que les rodeaba. Y Wooyoung se inclinó, y dijo algunas palabras cursis– que quizás el no sentía-, tendiéndole a la vista una cajita que seguramente llevaba un anillo, Wooyoung abrió la cajita y San pudo ver el anillo aguamarina que brillaba bellamente: —¿Te casarías conmigo? —Dijo

San no sabía que decir, nunca alguien le habían propuesto matrimonio y solamente se quedó viendo el anillo de metal con aguamarina, que estaba realmente bonito, San no acostumbraba usar anillos porque su piel se marcaba fácilmente en ellas, pero ese si lo usaría por gusto propio.

Su silencio fue suficiente para que Wooyoung chasqueara la lengua y mirase enfurecido a San: —¿Qué pasa ya te distes cuenta de que soy alguien malo para tu vida, gatito? — Wooyoung parecía buscar algo en sus bolsillos, San se asustó mucho y rápidamente enmendó su error diciendo: —Sí, Quiero casarme contigo—

Bueno, San dijo esas palabras demasiado nervioso, pero creyó que Wooyoung no las sintió y simplemente le sonrió. Wooyoung tomo sus manitos y acerco el anillo hacia su dedo anular, San pudo ver todo eso en cámara lenta, sabiendo que cosas malas pasarían más adelante.

Pero no podía decir nada, San ya tenía el anillo en su dedo mientras Wooyoung lo besaba ¿Era esto pena? ¿Era esto amor? No lo sabía, solamente dejo que Wooyoung hiciera lo que quisiera, cerró sus ojos esperando que terminase ya.

—¿Me quiero saltar la despedida de soltero y tú? —Wooyoung había dejado de besarlo, solo para decirle esas palabras.

—¿Por qué? ¿No tienes amigos? —San preguntó inocentemente.

—Tengo muchos amigos. Quiero casarme lo más rápido posible contigo. —Habló mientras llevaba el anillo de metal a su dedo

—Seguro...


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La vida cotidiana de San no había cambiado mucho, su lápiz estaba roto eso es cierto, pero ya no dolía como antes, San todavía no le hablaba a Yunho. Ciertas cosas le decían que Yunho estaba muy ocupado, ese imbécil estaba arrastrando a su hermano hacia el como si fuese una cosa.

Wooyoung no había hecho muchas cosas con él después de que hubiese pedido su mano. Los padres del Príncipe estaban más que encantados y ese mismo día fueron a entregar sus cargos al país. Ellos ya no se consideraban como rey y reina de beatus terram.

Su pareja estaba más que encantada y por eso Wooyoung festejo mucho cuando supo que ese castillo era solo de él y... también de San. Pero eso fue todo para que el consorte se dé cuenta

El príncipe estaba nervioso con San.

Y San también lo estaba, la boda y las señoras que la organizaban esa fiesta eran de lo peor, cada segundo le preguntaban si rayas o puntos, por flores u orquídeas, San se dio cuenta de que wooyoung también sufría lo mismo que él. Wooyoung firmaba un montón de papeles y ciertas cosas que le quitaban tiempo para estar cerca de su pareja. Ellos dos solo se conocían cuando estaban acurrucados.

He's so kind | WooSanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora