Capitulo 3

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Colores de carnaval

De un momento a otro, su mano está posicionada en mi nuca y lentamente me acerca para así fundirse con mis labios. Va repartiendo besos salteados por todo mi rostro haciendo que me cause risa y luego comienza a besarme el cuello, cosa que me agrada y mucho. ¡Pues vamos a que chica no le gusta que le besen el cuello!

Sigue su recorrido y comienza a dejar un camino de besos, que llegan hasta mis pechos y luego vuelven a ascender hasta mi boca. En ese recorrido me tomo el tiempo de inhalar mucho aire. Fijo mi mirada hacia el techo de mi habitación, está lleno de cintas y luces. Como si fuera un carnaval.

Hace unos meses me atreví a arreglar mi pequeño cuarto, con el dinero que había obtenido del trabajo y me dispuse a colocar pequeñas luces led sobre mi techo. No fue un trabajo difícil, ya que era una placa fina de yeso, lo único que hacía eran pequeñas perforaciones cada cinco o diez centímetros todas intercaladas. Luego colocaba cada foco en estos orificios y por último conectaba el cable a la red, generando así al apagar la luz una iluminación como si estuviera en el espacio y tuviera miles de estrellas encima mío. Claro además de eso, había globos y guirnaldas por todas las paredes de mi habitación, era como si estuviera en un festival y por poco faltaban los payasos, pero eso era mejor para mí, porque odiaba los payasos. Le tenía pánico, terror.

Seguía pensando todo el trabajo que había tenido para dejar mi habitación como estaba, que por poco me olvido de que Shonn sigue besándome y acariciándome con mucho cuidado, eso es lo que me gusta de él, que es cariñoso y cuidadoso. Todas mis amigas me dicen que cuando están con sus novios sienten una verdadera conexión, sienten que darían la vida por ellos si se los pidieran, pero yo no siento nada de eso. No es que no quiera sentirlo, claro que quiero, pero aparte de besarnos no siento ese click o chispa que dicen tener cuando uno encuentra a la persona indicada. Aunque muchas veces fallo, ya que hay momentos donde creo sentir que lo amo, y otras veces me retracto. Es solo que por ahí el problema de que no sienta mariposas, elefantes o lo que fuera que tenga que sentir en el estómago hacia Shonn, puede que sea porque si miro a otro chico por ahí logre llegar a llamarme uno tanto la atención que me haga sentir eso que él no hace.

Dejo de volar en mis propios pensamientos, cuando descubro que Shonn se está aventurando a ir un poco más lejos de lo que siempre hacemos. Lo sé porque sus manos están en mi espalada intentando desabrochar mi sujetador, cosa que parece molestarle ya que empieza a bufar por el costoso trabajo que le está generando.

-No, Shonn, detente-susurro en su oído, separándolo lentamente de mí.

Suspira cansadamente, coloca su frente en la mía y me observa fijamente. Siempre le molesta que haga lo mismo.

-Vamos Beth, sabes que no voy a lastimarte, te amo y lo sabes, pero estuve esperando mucho para esto- él te amo que menciono hace un momento no me genera nada, hace dos meses atrás me lo había dicho por primera vez, y claro que me sorprendió, pero luego que yo le haya respondido de la misma manera se puso feliz. Pero en realidad, no sé si amaba a Shonn, me parecía que tenía que responderle por obligación, pero si él es feliz con que yo le diga lo mismo, no tenía problema en mentirle.

- ¿Cuánto tiempo vas a seguir rechazándome? - me mira un poco cansado por mi actitud- está bien que estés nerviosa porque soy el primero con el que estarás, pero sabes que yo no te dañaría, y hay veces que me haces pensar que hay otra persona aparte de mí, o que simplemente no te sientes segura a mi lado y sigues conmigo solo por compasión-me mira triste, algo en mi reacciona y me lanzo a sus labios, lo beso lentamente y me separo de él.

-No es nada, te lo prometo, es solo que no quería arruinarte la sorpresa- susurro por lo bajo, mirando hacia otro lado.

- ¿Qué sorpresa? -me pregunta Shonn, girando mi cabeza y sonriéndome de oreja a oreja.

Solo recuerdo sus ojosWhere stories live. Discover now