Sugar Baby M

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Se que varias de ustedes ya llevan tiempo leyendo esto, y publico esto por dos de ellas, gracias a sus votos me motivo, es para ustedes y por ustedes que lo hago, gracias.

Dentro de su casa, me sentia mas comoda.

-Si quieres ve a tu cuarto en un momento bajo.

-Sipi.

Baje con mi mochila y entre a mi cuarto, dejé mi mochila y me tire en la cama, saque mi teléfono y vi un mensaje.

Desconocido
Miia andas con el, te dobla la edad, como puedes andar con el?

Yo
Erick?

Desconocido
Si soy yo.
Miia eres joven, como puedes estar con el.

Yo
Erick, mira no se que has de pensar pero es mi decisión, es casi lo mismo que Rafa, Andrew casi le dobla la edad. Es mi relación, y lo quiero, no debes enojarte.

Erick
Quiero lo mejor para ti, quiero cuidarte, solo quiere tu virginidad, aparte era la misma camioneta que ayer les mencionamos.

Yo
Eso lo veré yo Erick, gracias por la advertencia pero la tengo muy presente.

Apague mi teléfono y busque mi pantalón, me quite la pantalonera y el suéter, dejándome la playera de la prepa, subiéndose el pantalón me quite la playera, estaba por ponerse el suéter pero me tomaron por detrás.

-Asi quedate, solo eh visto esa foto y me a dejado algo de imaginación.

-Esta bien -estaba nerviosa, pero no quería dejar de hacer lo que me pedía.

-Te ves hermosa -me dejo de abrazar -acuéstate en la cama.

Lo hice, mi corazon latia a mil.

Se acostó a mi lado y me abrazo, sus manos acariciaban mis lonjitas, pasaba las manos por ellas, me gustaba.

-Ahhh -solté un gemido, me tape la boca, el paso su cabeza por mi cuello y paso su nariz por tall, senta su lengua.

-No calles me gusta tu voz -siguió con las caricias -Te gusta, quieres que pare?

-No papi, sigue -solo escucho eso y se subió sobre mi.

Pasaba sus manos por mi cuerpo por encima de mi vientre, las arrastro de allí a la orilla de mi bra, no paso de esas zonas. Bajaba y subía las manos, tales las paso por debajo de mi y me subió en sus piernas,  se acomodo y dobló sus piernas debajo de mi y me posiciono sobre ellas, sus manos en mi espalda recorren cada parte de ella, una de ellas estaba centrada en mi columna subiendo por ella poco a poco tocando cada unión de ella.

-Ahh- gemía en su cuello, no lo quería voltear a ver tenia pena.

-Mirame a los ojos, que no te de verguenza eres hermosa- dijo mientras recorría mi hombro a besos.

Lo mire a los ojos, me encantaban, ese azul de ellos me penetraba. Sentí un salto, yo no lo di, él sonreía, fue un acto de el, se recosto y con las manos en mi cadera me subió más en el, estado sobre su pelvis, sentía un bulto debajo de mi.

-Sientes eso -me levanto con su cintura.

-Si- lo mas seguro es que estuviera como tomate.

-Eso es lo que provocas- me tomó del cuello y me beso, me recosto en su pecho, estaba nerviosa, tenía pena, miedo, él seguía con sus movimientos más levemente.