Mañana de culos

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~ Yo, Azul ~

Pre-viaje• 9.2

Como me gusta Ed. Física. Me encanta. Todo tipo de deporte. Amo estar en movimiento, en actividad.
La clase fue muy divertida. Primero entrada en calor con trote (como siempre) y elongar un poco; incluyendo un "Que buena elongación" por parte de mi profesor. Tengo que admitir que soy chiquita de cuerpo y petisa - "enana"; especifiquemos-, pero soy bastante de goma.
Después del comienzo para calentar, jugamos al quemado, unas tres o cuatro veces. Luego, unos partidos de handball; el cual me fascina. Y finalmente, un delegado "Rey y Reina". Bastante entretenido todo.

Terminó la clase. Bajamos un piso, porque habíamos subido a la terraza. Entrando al espacio en donde se encuentran las tres puertas que dirigen a las aulas (dos de clase y una de lockers); y los respectivos baños de cada sexo, me encontré con Caro. Había llegado tarde, por eso no la había visto más temprano.

Empezó el recreo. Normalmente, "Los Otros" nos vamos a un aula nosotros solos. Esta vez fuimos a la de Lengua y Cs. Sociales.
Entramos, todo tranquilo. Estaban Saimon, Tartia, Ofe, Meli, Pepó y Anita. Delante mío estaba Benja, el cual me abrió la puerta, pero me dejó pasar antes que él. Lo mismo hizo con Vale. Como dije, mi amigo es todo un caballero. Nos instalamos todos en un rincón, bien amontonados. Así era más acogedor.
Estuvimos conversando lo más bien. Pero en un momento, me cambio de lugar para poder ver a todos, y me siento en el respaldo de una silla.

- ¡Ay, Zula!,- me dijo Ani, cuando se percata de la situación; tratando de advertirme rápido. También me llaman así. Se genera ese apodo cuando decís reiteradamente y seguido el nombre Azul.

- ¡¿Qué?!- pregunté yo, ya sentada.

- Te sentaste en la silla que había pintado Meli-

Inmediatamente me levanto, pero ya era tarde. Tenía la mayor parte del culo pintado de amarillo fluo.

- ¡Mierda!- grito yo. Me giro para ver si me había escuchado alguna maestra. Afortunadamente no.

Se lo mostré a las chicas con desprecio y un poco de rabia. Nos habíamos empezado a reír (mejor reírse de uno mismo, para no angustiarse) cuando Saimon la cagó.

- ¡A ver!- dijo él. El muy boludo quería ver la mancha en mi pollera.
Segundos después reaccioné.

- ¡No me mires el culo!- grité, girando la dirección de mi cintura, para que no se viera nada.

- ¡No! Ay, ¡No decía eso!- aclaró.

Su intención no era ver mi culo (supongo), pero lo dijo de una manera que no dejaba pensar otra cosa.

- ¡Ay Simon! Si querés que una chica te muestre el culo tenés que pedírselo de otra manera. ¡Mirá! La dejaste traumada, pobrecita- Benja sabe como seguir una joda.

- ¡No decía eso!- Simi insistía en explicar la situación.

- Además, si le querés ver el culo a una chica miráselo a Carla o a Rocío, de mi no tenés mucho que mirar-. Carla y Rocío son dos Llegüas* bastante culonas. Está claro que ni Anita, ni Caro, ni Vale, ni yo tenemos buen culo
- bueno, Caro un poco sí-.
Aunque, no me gustaría tener mucho tampoco a esta edad. Si de tan chiquita tenes demasiado, a los 16 o 17 ya se te calló. Lamento la incomodidad que les puede traer esto a los hombres, pero yo soy sincera y directa.

- ¡Pero yo no quería decir eso! ¡Me refería a otra cosa!- Saimon se mordía el labio inferior, mostrando cierta irritación por ser tan tercos; en realidad, por hacernos los tercos.

- Mirá Saimon, no aclares, que oscurece. Ya es suficiente con lo que explicaste. Ya la cagaste, ya está. Arruinaste el clima. Ya no aclares, que oscurece...-. Yo, como comenté anteriormente, uso palabras y términos muy anticuados. Según Vale, estoy envejeciendo muy rápido.

Forever YoungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora