Part I

1.1K 124 25
                                    

- A-Cheng -suspiró Lan XiChen al sentir los labios de su amante trazar senderos por su cuello. Jiang Cheng se detenía para marcar la piel lechosa del Jade con sus dientes; memento que XiChen adoraba casi con locura, ya que le recordaba que su A-Cheng le amaba y deseaba con pasión, con cariño y dulzura, también con algo de lujuria. Le hacía recordar que era de Jiang Cheng, y no sentía remordimiento alguno de haberse entregado por completo a su amado WanYin.

Un motel a la mitad del camino. Dentro de una habitación dos amantes compartían una cama; uno completamente vestido y reclinado sobre el colchón mientras que el más joven de los dos se posaba felizmente sobre el regazo del señorito Lan con una camiseta oscura cubriendo su torso y esa ropa interior que dejaba al descubierto un par de nalgas muy bien moldeadas.

Las manos de Lan Huan descendieron sin pudor, lo más despacio posible para alargar su disfrute, por la espalda de su compañero y amante. Sabía que podía tocar con libertad, puesto que ya hace mucho A-Cheng se lo había permitido. Lan XiChen acarició con entusiasmo y cierta picardía los bollos redondos y rellenos. El contacto de sus manos con la piel de esas mejillas le excitó aun más, conduciendole a besar profundamente a WanYin casi devorandole la boca. Oh, cómo le encantó a XiChen escuchar un pequeño gemido de su compañero de crimen.

El Jade, dejandose llevar por el calor del momento, profundizó el agarre en las nalgas de A-Cheng, sus dedos quedarían impresos en aquel lugar.

Ambos tuvieron que separarse al hacerles falta aire. Jiang Cheng lamió sus labios, ese beso le resultó delicioso incluso le había encendido. Quería más. Y no tuve que pedirlo para recibirlo; XiChen no se había resistido a la imagen frente a él. Su A-Cheng extasiado y complacido con aquel beso, aunque no satisfecho. Las mejillas del más joven se encendieron de rojo, sus labios hinchados le volvieron tentación al combinarse con esa piel bronceada.

Pronto XiChen imitó las acciones de su amante. Atacó el cuello de su acompañante con sus labios y dientes, maltratando la piel, dejando capullos rojos que florecerían en morado. Puso especial atención cuando se encontró con la banda de cuero negro que rodeaba el cuello del otro, accesorio del cual colgaba un dije de loto de nueve petalos. No pudo evitarlo y tiró del cuero con sus dientes. Los suspiros de WanYin le alentaban a seguir.

Y así lo hubiera hecho de no ser porque Jiang Cheng exigió otro beso al tomarle del mentón y mirarle con una de esas bonitas sonrisas que casi le volvían loco. Pero esta vez, el beso no fue salvaje como el anterior.

- Me parece injusto ser el unico semi desnudo, señor Lan -los labios de Jiang Cheng pronunciaron antes de botar lo botones de esa camisa blanca de un tirón. Sus manos pasearon con libertad por el torso del Lan. Luego podrían lamentarse por aquella prenda.

A pesar de sus palabras, Jiang Cheng se deshizo de la camiseta que llevaba. Las persianas estaban entre abiertas, dejando pasar los últimos rayos de sol de aquel día. El torso de A-Cheng, un regalo de los dioses, se vio pintado de colores calidos como el anaranjado, rojo y amarillo. XiChen no tardó en sentirse atrapado en sus pantalones; y no fue el único.

Al estar sobre el regazo del Lan, para Jiang Cheng también fue evidente que el pequeño (gran) amigo de Lan Huan había despertado. Eso le provocó una sonrisa traviesa y orgullosa.

Lan XiChen no lo dudaba ni negaba, Jiang WanYin era su perdición, su debilidad, su talón de Aquiles, lo que necesitaba. A quien amaba. Y no se lamentaba el haberse entregado a él.

Porque de haber seguido con la vida que fue planeada para él, Lan XiChen probablemente ya estaría casado con una señorita que de acuerdo con los principios, valores, reglas y demás aspectos morales de los Lan, fuese adecuada para ser parte del clan; pero aun más importante, del futuro líder de éste.

Summer DreamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora