La Navidad es una de las épocas más hermosas del mundo, Kamado Tanjiro lo puede decir con seguridad. Desde que él era un niño siempre ha disfrutado del encanto de la fecha, no sólo por la comida especial que prepara su madre y por los regalos que recibe, sino por el ambiente especial en que se envuelve su familia. Cada uno de ellos participa en una tarea para poder ayudar al resto, desde el más pequeño hasta el más grande y si bien es cierto que el apoyo mutuo es algo característico en los Kamado, generalmente los que toman un papel más activo son los hermanos mayores: Tanjiro y Nezuko.
No obstante, este año es más especial para Tanjiro, puesto que la familia de su novio Kyojuro iría a su hogar para pasar la festividad. Siendo sincero el joven Kamado está hecho un manojo de nervios, pues si bien ya conoce a la parentela de su pareja, esta ocasión será la primera vez que las dos castas convivan al mismo tiempo.
—Hermano... Hermano, ¡hermano!
—¿Eh? ¡Ah, Nezuko! ¡Perdón! ¿Qué necesitas? —Tanjiro enfocó su vista en su hermana menor Nezuko, quien tiene el cabello negro como su madre, pero sus ojos son de un color rojo a rosa pálido. Por otra parte, el muchacho posee una similitud a su padre con sus ojos y su cabello de un rojo oscuro.
—Desde hace rato mamá te ha estado llamando para que compres algunas cosas, pero como no respondías me pidió que viniera a buscarte. ¿Está todo bien? Te ves algo ido —preguntó con cierta preocupación.
—¿En serio? ¡Lo siento! Es sólo que me quedé pensando en lo que haremos esta Navidad.
—¿Te refieres a la visita de los Rengoku? Hermano, mírame bien —Nezuko agarró entre sus manos la cara de su hermano para bajarla a la altura de su cara y que de esa manera su vista quedara frente a frente—. La reunión estará bien, sabes que nosotros tratamos bien a cualquier visita y esta ocasión no será diferente. Relájate, ¿sí? —terminó de decir con una sincera sonrisa en los labios.
—Gracias, Nezuko. No puedo evitar seguir algo exaltado, pero me has tranquilizado con tus palabras —respondió mientras acariciaba la cabeza de la chica con una mano como muestra de afecto—. En fin, mamá quiere que vaya por algo, ¿verdad? Será mejor que me dirija con ella.
Una vez que Tanjiro se acerca a su progenitora, Kie, ésta le comenta que necesitan algunos adornos para terminar la decoración del árbol y que si él puede ir a conseguirlos:
—Lo siento, Tanjiro, hay mucha gente en la tienda y no puedo descuidarla; tu padre fue a hacer una entrega y no puedo contactar con él y Nezuko está cuidando a tus hermanos. ¿Tú podrías ir?
—¡Claro, mamá! Además, ya es algo tarde. Es mejor que vaya yo, no quiero exponer a Nezuko o alguno de los demás niños.
—Gracias, hijo —contestó algo afligida Kie—. Hace algo de frío; abrígate bien y no tardes mucho.
—No te preocupes, mamá. Volveré en seguida —aseguró con un gesto confortador.
Al llegar a la plaza, Tanjiro divisa a una gran cantidad de gente en todos lados. Tal vez varias personas se encuentran una situación similar a la suya y realizan las últimas compras para el tan ansiado día. Lo bueno es que su familia ha conseguido con anterioridad los regalos y los ingredientes para la comida, departamentos donde siempre se acumula más multitud, por lo que espera terminar pronto su búsqueda para regresar a su casa.
—¡¡¡Tanjiro!!!
Ni tiempo le da al chico de buscar a la persona que le llama, pues en menos de un segundo se encuentra siendo abrazado por uno de sus mejores amigos Agatsuma Zenitsu.
—¡¿Zenitsu?! —gritó algo preocupado cuando vio a Agatsuma con sus ojos llorosos.
—¡Tanjiro, sálvame de ese sujeto!
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Nuestra primera Navidad
FanficTanjiro y Rengoku han estado saliendo por un tiempo, es por eso que el mayor de ellos le propuso a su novio que esta Navidad sus familias la celebren juntos. *Los derechos de portada le pertenecen a: @minam0t0727 (twitter) *La historia es de conte...