0800 - inmaduro ─ llm + jjk ♡

04. asimilando la verdad

🎧 SUGERENCIA MUSICAL: EVERYTHING I WANTED / BILLIE EILISH.

En ocasiones y cuando nadie la estaba viendo, Lisa lloraba. Pensaba en todo lo que había sucedido y lo rápido que había pasado. No comprendía si debía el llanto al arrepentimiento. Al deseo genuino de estar a su lado nuevamente o la prisa que le adjudicaba al tiempo que parecía correr más rápido aún cuando ella deseaba tomárselo todo con calma. Limpió sus lágrimas cuando su madre interrumpió en la habitación.

—¿Vamos?

Asintió y dejó a un lado su diario íntimo, abandonando el dormitorio junto a ella. Los ratos a solas con su mamá eran muy silenciosos. Ambas eran de exagerado pensamiento, pero en la gran mayoría de las ocasiones, escuetas de palabras. Les costaba expresarse. Minnie no tenía ese problema, al igual que su padre, era alguien frontal. No le costaba tomar decisiones y dar su opinión de manera abierta.

Lisa apoyó su cabeza contra la ventana y se propuso distraerse con el paisaje de la ciudad hasta llegar al consultorio. No era la más feliz de tener que asistir, pero los chequeos eran regulares y en ese caso, la insistencia había incluido a su propio padre desde que supo que tenía novio. Ninguno había oído del rompimiento y después de todo, no iba a cancelar la consulta por eso.

Una vez allí, su mamá tomó asiento y se entretuvo con una revista de celebridades. Lisa no podía hacer más que observar el piso, evitando los ojos curiosos que aunque no lo quisiera, en salas de espera, siempre hay.

—Lisa Manoban. —Llamó la doctora Young.

Lo que le gustaba de aquel consultorio era que a pesar de ser muy minimalista, lejos de colgar sus cuadros de honor y diplomas, la ginecóloga colgaba pinturas de su esposa, la señora Ming.

—¿Cómo has estado, Lisa? ¿Cómo funcionaron los anticonceptivos?

Era un secreto reducido a su madre, ella misma y por supuesto, Minnie, que jamás se le escapaba nada. Lisa infló las mejillas.

—Pude ajustarme a los cambios previstos —contestó estirando las mangas de su hoodie, símbolo clarísimo de lo nerviosa que le ponía hablar de eso—, sólo han aumentado los dolores de cabeza.

—¿Y el ciclo menstrual?

—Se ha corrido un poco de fecha, pero pocos días. No hubo ningún susto. —Respondió de manera honesta.

Lisa y Jungkook no eran vírgenes. Habían tenido relaciones sexuales dos veces y en ambas ocasiones ambos se cuidaron. Era seguro decir que no habían corrido ningún riesgo. Lo lamentable era que ella hubiese acudido a Chaeyoung y su familia, mientras que Jungkook lo hizo con Seokjin en medio de un secreto íntimo para no poner en riesgo su trabajo. Había diálogo, confianza, pero siempre asegurando que fuera seguro y por decisión de ellos.

Chaeyoung solía decir que la virgnidad como tal no existía. Que es una idea que hace que todo el mundo piense que posee algo muy valioso y en efecto tal vez lo sea, pero no deja de significar que es decisión de uno cuándo se dará la primera interacción sexual. Y que sea por amor, o sea por placer, lo que debe primar es el diálogo, libre y equitativo. Es el mejor camino para que sea consensuado por las partes.

—Vale. Es importante que sigas tomándolo y no rompas ese ciclo. Y recuerda, que si tienes alguna duda sobre algún otro método...

—No. —Cortó por el momento— Es que...

—¿Lisa? ¿Te encuentras bien, cariño? —La doctora Young la tomó de la mano.

La adolescente traía los ojos llenos de lágrimas. Fue ese momento, ese instante en el que consiguió desahogarse. Su ginecóloga era ahora también terapeuta. La escuchó y la aconsejó. Llevaba un buen tiempo siendo su paciente.