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Dos días después del incidente, la agencia había entregado al secuestrador de Atsushi al gobierno, no se había reportado alguna foto o nombre del criminal así que término confesando todos sus crímenes con la ayuda de Rampo; cada lado se hizo cargo de los que les causaron problemas.

Atsushi ya se había recuperado completamente luego de que su cuerpo eliminara todo la anestesia que había inhalado; Akutagawa seguía normal, no había vuelto a ver a Atsushi desde que lo dejo con la agencia luego de rescatarlo y el albino no recordaba mucho de cómo había llegado a la enfermería de la agencia.

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Día sábado por la tarde, Atsushi estaba saliendo de su hogar para dar un pequeño paseo por los puertos y comer una crepa; Kyoka había decidido quedarse esa tarde con la doctora anudándole a arreglar algunas compras en la enfermería.

Increíblemente Akutagawa tenía el día libre y creyó que debería de hacerle caso a su hermana de salir a recibir aire fresco para que tal vez y solo tal vez la tos que siempre tiene desapareciera, ella le dijo que el aire fresco le haría bien pero como siempre ha hecho salió cuando el sol se ocultaba, no vestía como mafioso sino como una persona normal unos simples tenis, jeans, camisa y un suéter bastante grueso, claro siempre estaba alerta ante todo y con el suéter tenía bastante tela para poder defenderse y claro siempre con sus lentes oscuros.

Estaba caminando por la plaza Motomachi, haciendo algunas compras de lo que le hacía falta en su casa cuando escucho una voz demasiado familiar.

-¡Rampo-san! Kenji-kun ¿Cómo fue que perdiste a Rampo-san?-

-Bueno Rampo-san me llamo diciendo que ahora habría una venta de dulces extranjeros cerca de esta plaza y quería que lo trajera, pero luego apareció un camión con algunas vacas y no pude evitar acercarme a acariciarlas y estuve hablando con el dueño de las vacas e intercambiamos algunos consejos de abono y cuando voltee a ver Rampo-san ya había desaparecido-

-En pocas palabras te olvidaste de Rampo-san-

-Solo me distraje por un momento- Atsushi soltó un suspiro y siguió tratando de encontrar a Rampo

-¿Y si usas tu habilidad?-

-Buena idea Kenji-kun- Atsuhi activo su habilidad en su cabeza, salieron sus orejas, sus ojos cambiaron y su nariz cambio levemente

-Atsushi-kun, también tienes la cola- Kenji sujeto la cola del tigre-es tan suave-la apretó un poco

-Ahhh Kenji-kun no la toques- le quito la cola de sus manos- aún no lo controlo del todo así que hay partes que sin querer salen como las de un tigre-

Comenzó a olfatear el aire y sintió un aroma conocido, creyendo que era Rampo comenzó a seguirlo con los ojos cerrados hasta que choco con alguien un poco más alto que él.

-Pe...perdón ¡Akutagawa!- el mafioso cubrió su boca tratando de esconder el sonrojo, Atsushi se veía adorable de esa forma.

-Deja de causar molestias Jinko-

-Oh es el mafioso ¿De casualidad no has visto a Rampo-san?-

-¿El que encerró a Chuuya-san en un libro?-

-¡Si ese mismo!-

-No, no lo he visto además ¿Quién sería tan inútil de perderse en su propia ciudad?-

-Rampo-san es muy malo para las direcciones y siempre se distrae con dulces-

-Por eso Kenji-kun lo acompañaba pero lo perdió-

-¿Qué acaso es un niño?-

-Parece más un niño- Atsushi comenzó a oler un aroma demasiado dulce, toda clase de aromas de dulces y postres golpearon su sensible nariz, inmediatamente tapo su nariz

La brujaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora