𝓠𝓾𝓮𝓻𝓲𝓭𝓪 𝓐𝓫𝓾𝓮𝓵𝓲𝓽𝓪... ⁻ ᶜᵃʳᵗᵃˢ ⁻

Introducción

Estas son pequeñas cartas que le escribo a mi abuelita que se marchó hace ya un largo tiempo, pero que siempre la quise tanto y la admiro hasta el día de hoy por todo lo que fue e hizo.

Sin duda el perderla fue mi primer gran dolor, fue como algo que no asimilaba y me costaba creer, crecí con ella la mayor parte de los días en mis diez primeros años, y aunque en su momento no supe valorar esa hermosa joya, ahora lo hago y aunque pasen los años, aún sigo tratando de conseguir sus respuestas de por qué pasan las cosas y tratando de averiguar sí consigo un consejo de su parte. 

Mi abuelita era una persona alegre, le gustaba cantar y era muy cariñosa, una bella mexicana de tes morenita, quizá es el cariño, pero para mí es una de las abuelitas más hermosas que he visto. 

Ella fue madre de siete hijos, los amaba, y sé que amaba a todos sus nietos. Quizá esté de más decir que yo era una de sus favoritas, pero... realmente es porque era muy tranquila, y a pesar de que no sé hasta que punto esto era cierto, sé que recibí mucho de su parte.

Ahora, diez años después de su partida, la sigo extrañando, pero sé que ella está al pendiente de mí. Sé que es feliz, y me alegra pensarlo así, sólo que hay veces que no entiendo ni qué pasa por mí cabeza, extrañezas mismas de la vida. 

Realmente quisiera que pudiera leer cada una de mis cartas, que pudiera escucharme y aconsejarme. Estoy creciendo, tengo 20 años y los errores son inevitables, y cuánto daría por poder escuchar las sabías palabras de un ángel, y no porque haya fallecido, si no que era de buen corazón, pero sin duda alguna, una persona de amor para los demás y amor propio.