Carta 1

7 0 0
                                    

Querida Abuelita, 

Aunque esta no es mi primera carta para ti, iniciaré desde cero. Quiero contarte tantas cosas y una de ella es que te extraño mucho, quisiera poder abrazarte una vez más y recibir tu cariño. 

¿Sabes? he conocido un chico, este es muy diferente a todos los demás, es muy lindo, atractivo y de buen corazón. Hace unos años no hice más que desvalorarme y suplicar amor a personas que no valían la pena. Pero a mis 18 y 19 años (en mi año sabático) descubrí que no necesitaba mendigar para ser querida; si bien, no para todos puedo parecer atractiva, para unos cuantos así era: ¡El gran secreto era el amor propio! ¡Valorarse a uno mismo!

Así hice, reconocí todo lo bueno en mí y acepté mis defectos con amor, sin duda fue un año de crecimiento propio, fui fuerte, pues logré quitarme la venda de los ojos cuando un chico trató de verme la cara. 

En mis 19 año de edad, cuando al fin entré a la universidad, llegó de pronto. Lo chistoso es que al fin había aceptado estar sin un chico. Había madurado y aprendido que podía valer tanto con pareja o sin ella. Ya no me lamentaba por nunca haber tenido pareja, si no que lo aceptaba y lo dejaba fluir.

19 año de edad, segundo día de inducción, abuelita, así de fácil lo encontré. 

Es un chico muy atractivo, me llamó la atención desde el primer día que lo vi. Quería hablarle, y adivina qué... Tienes una nieta que le gusta ir de frente, así que me olvidé de penas y toda mi timidez y le hablé. 

Sin perder el tiempo, y en menos de un mes de insinuar que me gustaba y ver que me correspondía nos pusimos de novios. 

Abuelita, jamás lo creí capaz, pero fue un año en el que fui fuerte y valiente. Era positiva y alegre. Y al menos los primeros seis meses fueron algo tranquilos. 

Con amor, tu nieta.

𝓠𝓾𝓮𝓻𝓲𝓭𝓪 𝓐𝓫𝓾𝓮𝓵𝓲𝓽𝓪... 
⁻ ᶜᵃʳᵗᵃˢ ⁻Donde viven las historias. Descúbrelo ahora