capítulo primero, (primera carta).

173 13 0
                                    

11 de diciembre de 2019

querido Jeno:
mis ojos miran fijamente aquella puerta, y en mí cabeza solo veo el recuerdo del día en que te fuiste. pasó un año de tu partida y sigue doliendo como el mismo primer día.
no puedo creer la manera en que te dejé ir, si tan solo no hubiese sido tan cobarde y orgulloso, tendría que haberte mirado a los ojos y expresarte cuánto te quiero, cuánto quería que estés a mi lado el resto de mis días.
mí corazón palpita emocionado al pensar que volverías algún día, que me tomarás las manos y me dirás que no hay ninguna fuerza que nos separe, aunque pronto esos pensamientos desaparecen como el sol cuando cae al atardecer.
al tocar con las suaves yemas de mis dedos mis labios, me acuerdo de los tuyos, aquellos labios en los que perdía mi cabeza y me sentía a salvo.
nunca me perdonaré el hecho de que abrí la puerta para que te fueras, cuando en realidad mí corazón se fisuraba con cada paso que hacías hacia aquel lugar en el que claramente no iba a estar.
extrañarte no basta, muero por decirte que todo podría haber sido distinto, sé que podría haber sido distinto. porque sé que estabas destinado a estar conmigo, porque mi corazón sigue amándote, porque a pesar de la distancia, mi alma se alegra al pensar en tus maravillosos ojos que me emanaban todo su amor con cada mirada que me dirigías.
aunque los minutos, las horas y los días pasen, a cada segundo estaré pensando en ti, porque nunca te voy olvidar.

con amor, Jaemin.

diciembre; nomin.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora