Capítulo 2.

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Less 🖤

Habían pasado 2 horas!!. Nadie nos había escuchado a pesar de que la primera hora nos la pasamos prácticamente gritando que nos sacaran de ahí.

Estaba leyendo un libro. Leer es mi segunda cosa favorita del mundo, me encantaba poder imaginar los escenarios que se presentaran a mi gusto. Además, también me encantaba escribirlos. Si tengo algún sueño es ser una gran escritora.

Miré al chico, el estaba usando su celular, era un chico alto, se veía que hacía ejercicio, ya que tenía un buen cuerpo. Tenía el cabello castaño claro y unos ojos grandes color miel. Viendolo detenidamente, era un chico atractivo.

El chico se percató de que lo estaba viendo. Dios, que vergüenza, ahora va a creer que me gusta o algo así. El empezó a hablar.

-Hola - Hablo el chico con una sonrisa.

-Hola - Contesté desinteresada, con mi vista en el libro, a pesar de que ni siquiera estuviera leyendo.

- ¿Cómo te llamas? Nunca te había visto por la escuela, sin contar hoy en la mañana que casi te caes por mi culpa, por cierto lo siento otra vez.

Claramente nunca me había visto en la escuela, de hecho nadie lo hace. Pero aún así traté de contestarle amablemente.

-No te preocupes por lo que pasó en la mañana, fue un accidente, y me llamó Lesslie.

- Me gusta, es un bonito nombre.

- Gracias - Contesté sin ganas. - ¿Y tu como te llamas?- Pregunté, como si no supiera que es el gran Alexander Bennet, el "chico ideal" y el más deseado de toda la escuela. Y digo, tal vez tiene razones para serlo, es rico, tiene buenas notas (Lo sé por que va en mi clase de química), y, según su novia, es el chico más romántico. Pero a mí parecer es demasiado dulce y lindo, yo no podría salir con alguien así.

- Me llamo Alexander, pero mis amigos me llaman Alex - Dijo sonriente otra vez.

- ¿Y tu ya eres mi amigo? - Pregunté.

- No, pero si algún día llegas a serlo, me puedes decir así.

De pronto se paró, y se sentó a lado mío. Quería decirle que se fuera o que no se sentará cerca de mí, pero fue demasiado tarde porque el ya estaba ahí.

-¿Que lees?- Me preguntó.

- Un libro - Contesté obvia.

- A mí me gusta leer, no importa que género literario sea, pienso que es una manera mucho más sana de pasar el rato que con videojuegos o cosas así.

Wow, eso sí me sorprendió. Un chico como el leyendo?! No, no lo creo. Pero bueno, si iba a pasar tanto tiempo aquí, creo que convivir es una buena manera para pasar el rato.

-Si, yo creo lo mismo.¿Cuál es tu libro preferido? - Le pregunté.

- Bueno....

°~°

-Vamos!!!.... - Siii, pase de nivel, me lo agradeces luego-. Habíamos seguido hablando, no se cuanto tiempo había pasado, pero ahora estamos divirtiendonos con un juego en su celular. La verdad no se como se llama, pero es entretenido.

-Bien bien, ganaste y ahora te debo algo.¿Qué quieres que te dé? - Preguntó el.

La verdad no sabía, pero considerando que me encanta comer, le contesté feliz.

-Quiero que me lleves a comer, no me preguntes cuando ni a dónde, porque no lo sé. Eso ya lo decidirás tu.

-¿Comida? Bien, me gusta mucho comer así que por mi esta bien.

-Ya somos dos- Le contesté con una pequeña risa.

El también rió y me dijo:

-Me gusta tu risa, no es algo que digo comúnmente pero... es contagiosa-Contestó sonriendo, esta vez no me molesto tanto que lo hiciera.

- Bueno.... Gracias, nunca nadie me había dicho eso- Contesté.

La verdad es que tenía un concepto muy diferente de lo que sería hablar con Alexander Bennet. Ahora veo que es un buen chico. Es divertido y, bueno, aun no me terminaba de caer bien, ya que, odio a las personas que son como el o como su novia, pero digamos que ya no es alguien que está en mi lista de los odiados, (donde prácticamente está media escuela).

Se escuchó un ruido. Sii! Por fin nos iban a abrir la puerta. Alexander también se dio cuenta, por lo que tomó sus cosas y se paró, por que si, estabamos sentados en el suelo a pesar de que había muchas sillas en el aula.

Yo tomé mis cosas y el me extendió la mano para ayudarme a levantar. Ok, es muy amable de su parte ser caballeroso conmigo, pero odio que me traten como si no pudiera hacer las cosas yo sola. No dije nada y me levanté sin su ayuda. El solo quitó la mano y se quedó callado.

El hombre abrió la puerta y no tuvo tiempo de decir nada porque los dos salimos disparados del aula. Por fin podía ir a mi casa, mi mamá me mataría por llegar tan tarde, pero creo que le podría explicar por qué lo hice.

Estaba oscureciendo, no sé cuánto tiempo había pasado, pero ya era casi de noche. Así  que comencé a caminar hacia la salida rápidamente. Pero una voz que iba siguiendome me detuvo.

- Bueno, entonces creo que ya es hora de despedirnos. Me dio mucho gusto conocerte Lesslie- Dijo feliz.

- A mi también- contesté

-Yo te diré cuando te llevo a comer para pagar la deuda. - Yo solo asentí con una media sonrisa. - Pero primero, pasame tu numero, ya sabes, para ponernos en contacto.

No podía creer que alguien como él estuviera pidiendo el el número de alguien como yo. Pero lo que más me sorprendió es que de verdad se lo iba a dar.

Me limité a decirselo. El me agradeció y nos despedimos con un simple "adiós".

Comencé a caminar cuando escuché:

-Por cierto, ya puedes llamarme Alex- Gritó entusiasmado.

- Ok Alex- Le conteste con una sonrisa.

Al final de todo esto, no fue un día tan malo. Digo, me gane una comida.


Limonada PerfectaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora