Other friends • Katsudeku

④

Las manecillas giraban lentamente al ser la clase más aburrida (o al menos para Bakugou) de inglés de la historia. El rubio miraba de reojo para todos lados para intentar distraerse hasta que paró en seco al notar dos lugares vacíos que pertenecían a los dos famosos "desaparecidos" .
Bufo un poco volviendo la mirada hacía el pizarrón solo para bajarla unos segundos después, Extrañaba sus estupideces después de todo.

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Midoriya se encontraba escribiendo y haciendo notas para dejar pasar el tiempo y intentar planear como conocería a sus nuevos amigos, dio un suspiro y dejó caer su lápiz a propósito.
— Kaminari, Ven aquí. — Llamó el asesino a una de sus víctimas.
Kaminari se acercó como un perro cualquiera posicionando su cabeza debajo de la mano de su dueño, esperando a que le diera unas cuantas caricias, levantando la mirada esperando sus órdenes.
— ¿Sabes quien es el más ingenuo de tus amigos? No me importa si tiene un buen don. — Preguntó Izuku acariciando sus cabellos suavemente sonriéndole como si fuera uno de sus mejores amigos.
— La verdad ya te gastaste a los idiotas. Aunque creo que la siguiente podría ser Mina, Kirishima es demasiado cercano a tu objetivo. — Explicó el rubio recogiendo el lápiz que el contrario había tirado, dejándolo a un lado de la libreta ajena.
— En un rato tendremos una nueva acompañante. Buen chico ~ .— Desordenó sus dorados cabellos riendo lentamente. Sacó dos pastillas para dárselas como un premio, a lo que Kaminari de las tomó sin problema alguno.
Ahora solo quedaba planear como encargarse de su nueva amiga.

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— ¡ Hasta mañana, Bakugou-Kun ! — Gritó la chica pelirosa despidiéndose del anterior nombrado. A lo que recibió un "ya cállate maldita mapache" del rubio cenizo con un Kirishima disculpándose después del grito.
La chica siguió su rumbo hacía su hogar como todos los días, las luces se prendían al ritmo del anochecer. Llegó un punto en donde la única luz que había venían de los negocios al rededor de su rumbo.
Sintió un pequeño piquete en una parte de su cuello creyendo que era algún animal lo golpeó contra su cuello, pero en realidad era un tranquilizante que se había clavado. Antes de que cayera al suelo, ambos secuestradores aparecieron para tomarla entre los dos, actuando como si hubieran salido de algún lugar después de comer. Sin decir nada la llevaron a aquella bodega oscura.

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Los orbes ámbar de Mina se iban notando después de que despertara. Sus manos estaban encadenadas a un tubo junto a sus piernas dejando que no se moviera un poco. Su mirada se enfoco en su antiguo amigo eléctrico.
— ¿Kaminari? Pe-Pero se su-supone que estabas desa-. —
— Silencio Mina, Encontré un lugar mejor que la escuela — Interrumpió bajo el efecto de las drogas que cierto anónimo le había dado.
— ¡¿Donde está Sero?! ¡¿En dónde estamos?! — Gritó desesperada moviendo las cadenas con desesperación causando mucho ruido.
— ¿Sero? ¿Quien es? — Se preguntó a sí mismo intentando recordar quien era. Pero no podía al estar controlado. Sacudió su cabeza negando rápidamente, sus manos de adueñaron de las cadenas y electrocutar por unos segundos a su amiga. — El amo me dijo que no hicieras tanto ruido, esta comiendo con su madre — Agregó con algo de lastima.
— ¿Cual amo? ¡ Kaminari reacciona ! — Siguió gritando a lo que las descargas eléctricas siguieron.
— El que cuida de mí, Es buena gente cuando no esta enojado — Explicó desactivando su poder.
— No lo hará por mucho tiempo. — Terminó de hablar dándole un fuerte golpe con su codo provocando que algo de sangre saliera de la nariz del rubio. Después de la plática el ácido proveniente del don de Mina había derretido las cadenas, a lo que alcanzó a correr hacía las escaleras con total libertad.
Kaminari sangraba en el suelo maldiciéndose a si mismo por como había dejado que se escapara tan fácil ¿Que le haría Midoriya después de eso?.
Sin que se diera cuenta un disparo se escuchó desde las escaleras, el cuerpo de la chica rosada cayó con un agujero en la cabeza con sangre en su rostro y prendas.
— Oh, Kaminari, Creí que eras más inteligente — Izuku apareció con una pistola en sus mano decepcionado de su esclavo. — No importa, por lo menos la revolver de papá funciona bien — Agregó tomando el cadaver y llevarlo a la esquina de la habitación en donde se encontraban las cenizas de su primera víctima.
— ¡ Lo siento ! Olvide darle la droga y no sa-sabía que hacer — Se disculpó entre sollozos al mismo tiempo que el contrario le prendía fuego al cuerpo.
— No importa, La próxima vez ten más cuidado ¿Si? — Se agachó limpiando la sangre del rostro ajeno, a lo que Kaminari solo asintió con bajos sollozos.