Demonio

9 2 0
                                    

Eran las 5:30 de la mañana, me levanté, me dirigí al baño y me di una ducha que no duró ni cinco minutos, salí y me rodeé el cuerpo con una toalla, me miré al espejo, mi cabello y ojos dorados brillaban más de lo usual, no me gustaba. Me revolví el pelo con una toalla y lo dejé secar al aire, me puse unos pantalones grises y una camisa blanca, me hice la coleta que siempre llevo y salí a hacer ejercicio.

A las 6:30 llegué a casa, me duché rápido, me puse el uniforme, la gorra y bajé a hablar con el teniente mayor, él me comentó que desde hoy dirigiré un nuevo pelotón.

Llegué a su oficina y toqué la puerta.

- Teniente, soy Juno Sora - Dije esperando en la puerta.

- Pase, comandante - Dijo. Abrí la puerta y el teniente me ofreció un asiento en frente del suyo.

- Comandante, como ya sabe, le asigné un nuevo pelotón - Asentí - Tenía pensado dejarla en la retaguardia, ya que eres un aliado demasiado potente, y este escuadrón son principiantes, pero por eso mismo, quiero que los entrene - Me comentó.

- Teniente - Dije secamente - Podría hacerlo, pero uno de los suyos me vio entrenando a mi antiguo batallón, ahora creo que me tiene miedo.

- Ya lo sé, pero el ataque es repentino, tenemos apenas tres meses, por eso la necesito más que nada, comandante, le pediría que no hubiera bajas, pero si realmente hay alguien incapaz, solamente haga lo que crea necesario. - Me levanté de la silla y me despedí con una mano en la cabeza. - De acuerdo, entonces, con su permiso, teniente. - Salí de la oficina y me dirigí al primer encuentro con mi pelotón.

Al llegar estaban todos hablando, me miraron y se confundieron, pude diferenciar algunas palabras entre todos esos murmullos.

- Perdona, estamos esperando al nuevo comandante, ¿ eres una nueva recluta? No lo creo, eres muy pequeña, ¿ te has perdido? - Un chico alto y de pelo negro se me acercó, le lancé una mirada amenazante y seguí hacia delante, me subí a una caja grade de madera de un salto y alcé la voz.

- Soy Juno Sora, la nueva comandante, colocaros en línea recta e id diciéndome vuestros nombres y edad uno por uno - El pelotón parecía confundido, empezaron a susurrar y algunos a reírse, así que decidí gritar.

- Parece que no me habéis oído, demonios, hoy no tengo la voz bien para gritar, - Me aclaré la garganta - TODO EL MUNDO, EN FILA, ¡¡¡¡YA!!! - Todos se callaron y se colocaron rápidamente en fila.

- ¿Tenéis preguntas? - Comenté al verlos confundidos.

- Perdone, ¿ No se ha equivocado? quiero decir... es muy pequeña, ¿no?- Comentó un chico de pelo marrón.

-Sí, ¿cuál es su edad? - Preguntó otro chico bajito.

- Tengo 14 años y soy vuestra comandante, así que si no hay más preguntas, comenzaré - Me bajé de la caja y caminé con las brazos hacia atrás hacia la primera persona, era una chica mediana, de pelo largo marrón, la miré para que me diera su información.

- !S-soy Ichigo Nanase, tengo 19 años¡ - Asentí y me acerqué al siguiente chico, era el chico alto que me habló al entrar, le miré a los ojos, y esperé.

- Sí, lo... siento... soy... Hideku Sato -

Seguí igual con todo el mundo, éramos 20 incluyéndome.

- Bien, ahora salid al patio trasero, os comenzaré a formar, si alguien se cree incapaz, que se retire ahora, si oigo alguna queja a mitad, no dudaré en apuntarlo con el arma, ¡Andando! - El pelotón se movió y nos reunimos en el patio.

- Colocaros en cuatro filas de cuatro y una de tres - Lo hicieron al poco tiempo. - Quiero ver vuestras capacidades, así que comenzaré con unas pruebas -

Estuvimos una hora haciendo pruebas, Ichigo fue la mejor en puntería, Shinra en agilidad y Hide en compañerismo y calma, Okami era bueno en ataques sorpresa y Arthur era bueno con ataques a corta distancia, el resto tenía un buen promedio.

- Bien, ahora quiero que todos me ataquéis a la vez, si alguien me consigue rozar... ya veremos -

La gente empezó a quejarse.

- 19 contra ella, está loca o subida -

- Claramente le ganaremos, ¿ qué le ocurre? somos diecinueve y ella solo una -

- Silencio, os dejaré cinco minutos para pensar un plan, Hideku, estás al mando del plan, podéis usar armas con pintura, o cuchillos de plástico, están en aquella caja, suerte, cuando termine el tiempo me acercaré y a mi señal atacaréis - Me volví y entré en la cápsula, empecé a contar tiempo y se me vinieron preguntas tontas, ¿ realmente me veía tan pequeña? quiero decir, no soy baja... será por... * beep beep* La cuenta atrás de los cinco minutos se detuvo, por una parte me alegró dejar de pensar en esa estupidez pero por otra me quedé con la duda. Salí hacia el patio y noté que faltaban tres personas, Ichigo, Okami y Arthur, parece que reconocen su potencial.

- Adelante- Acabé la frase y los que estaban se dividieron en tres equipos mientras venían, uno lo comandaba Hide, otro Shinra y otro Aki, ella es una chica bastante energética y calmada a la vez.

El primero que llegó fue Hide, le cogí la muñeca y le tiré hacia atrás, seguidamente derribé a los otros dos capitanes y corrí hacia un árbol, ellos se confundieron de porque iba allí. Al cabo de unos segundos me perdieron de vista, estaba detrás de Arthur con su propio cuchillo contra él.

- ¿¡ Qué!? como demonios... - Dijo gritando y saltando del susto - Porque soy uno - Le susurré, seguidamente me subí al árbol y fui maniobrando hasta llegar a Ichigo, quitándole el francotirador y tirándola suavemente al suelo, maniobré entre los árboles y subí a la cápsula.

- No la puedo seguir con la mirada, ¿ quién demonios es? - Dijo Shinra en voz alta mientras se frotaba la espalda por mi ataque.

Me acerqué rápida y sigilosamente hacia Okami y lo cargué en mi hombre, fui bajando mientras él analizaba lo que acababa de pasar. Lo dejé en el suelo y sacudí mi ropa.

- Bien, Si no me equivoco, nadie me ha rozado, y habéis perdido vuestros ases bajo la manga, sinceramente, buen trabajo. -

- ¿Eh? - Dijeron todos.

- Realmente ha estado fatal, pero para ser alguien no entrenados no ha estado mal, en un mes repetiremos este proceso, dudo que me rocéis pero si veo que habéis mejorado bien, si no, vuestro entrenamiento será más infernal todavía del que será ahora, entrad, y si os he roto algo decídmelo -

- ¿¡Un mes!? - Gritaron todos - eso es muy poco tiempo, comandante - Les ignoré y entré a la cápsula.

Arthur se acercó a Hide. - Ey ella realmente es un demonio -

- Eh? - Dijo Hide confundido.

- ¿No conoces a esa persona que siempre apodan "ojo de Alcón" o "demonio"? Es ella - Hide lo miró confuso - El teniente mayor nos reportó ocasiones en las que ella sola se cargó a un pelotón entero-

- Oye, Arthur, a esa chica le he dicho que parecía muy pequeña, que si se había perdido, ¿¡ De veras crees que es momento para contarme eso?! ¿¡ Y si me mata ?! - Le agarró a Arthur por los hombros.

- Ey, tranquilízate, además, realmente ella es muy bonita, yo creía que el demonio sería horrible-

- Bueno, eso es verdad, pero, ella tiene catorce años, ¿no te interesa saber cómo llegó hasta aquí?- Preguntó Hide.

- Realmente, sí, ella parece ser de mente fría, me interesa bastante-

- A nosotros también - Se unieron Ichigo y Okami. - Ella da miedo e imponencia a la vez, además, es un monstruo, nos venció a todos en menos de cinco minutos, es increíble - Comentó Okami.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 21, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

War is hellDonde viven las historias. Descúbrelo ahora