P R I N C E S A [Joel Pimentel y tu]

21

¡Feliz año nuevo!
menos para la familia real.

Caos y más caos.

— de verdad lo siento de todo corazón. — dijo el médico mirando a las jóvenes muchachas que lloraban. — hicimos todo lo posible, lo sentimos — puso una mano en su hombro. Hizo una reverencia antes de irse.

— ¿estas bien? — pregunta el avellana tomando la mano de su esposa quien casi se desmaya al escuchar al doctor. La abrazó  fuertemente mientras escuchaba sus sollozos.

— estoy bien...— limpió unas cuantas lágrimas y miró a su amado quien la sostenía con delicadeza — quiero ir a casa... — dijo y Joel asintió tomándola de su mano mientras caminaban a la salida del hospital.

Cientos de camarógrafos comenzaron a abalanzarse sobre ellos y haciéndoles diversas preguntas, la castaña sentía no podía más, ¿era necesario ese sufrimiento?

(...)

Al llegar al palacio lo único que hizo fue encerrarse en su alcoba, todo había pasado muy rápido, realmente demasiado rápido.

— ¿ha comido algo? — preguntó la madre del avellana.

— nada, aun nada... Ni siquiera quiere salir. — contestó un poco frustrado al saber el estado de su esposa, ver que una de las personas que más amaba estaba sufriendo y el no podía hacer nada más. Jaló un poco sus cabellos y sintió como su madre acarició su hombro.

— todo estará bien, hijo — lo abrazó y este correspondió rompiendo en llanto. — todo pasará... — dió unos golpecitos en su espalda.

— esta bien.... — se separó de su madre y sorbio su nariz mientras limpiaba una lágrima.

Por su parte la castaña estaba devastada, había perdido a un bebé y ahora a su madre, no entendía por que le pasaba esto. Sacó de uno de sus cajones una foto de toda la familia, era su padre, su madre y ella... ¿Cuando había cambiado tanto?

Entonces comenzó a cuestinarse, ¿de que le servía ser la "reina" si de igual manera no tenía lo que la hacía feliz?

— cariño... — escuchó a su esposo abrir la puerta. — traje un poco de comida. — terminó de ingresar a la habitación con una bandeja de comida.

— no tengo hambre— habló cortante. Joel caminó a la mesa dejando la bandeja. Fue en dirección as TN y se sentó a su lado enrollandola con sus brazos.

— amor... Debes comer algo — habló bajito. Ella negó con su cabeza. — vamos...

— ya te dije que no tengo hambre — lo miró a los ojos, ambos los tenían rojos de tanto llorar. — ¿has estado llorando? — preguntó y su esposo asintió — idiota. — se levantó un poco mientras secaba sus ojos y miraba sus hermosas pestañas.

Este solo soltó una risa, la chica siempre le decía así sin importarle en donde o como estuvieran.

— vamos a comer — habló el mayor acariciando sus brazos y ella negó abrazándose a el.

— no quiero — se acurrucó junto a el mientras cerraba sus ojos — vamos que quedarnos así por más tiempo...

El rey simplemente la abrazó un poco más fuerte y besó su cabeza, ambos olvidándose del dolor que sentían en esos momentos.

(...)

— ¿puedes creer que eso no haya funcionado? — dijo Stacy a su amiga.  — kendra, ¿si quiera me escuchas?

— te estoy escuchando, pero no creí que tuvieras planes tan idiotas — dijo la muchacha poniéndose se pie mientras caminaba a su armario. —¿hacer abortar a TN? es uno de los peores planes que has tenido, cuando Joel se entere te matará y te llevará a uno de los calabozos más profundos del Palacio.

La pelirroja rodó sus ojos y una idea cruzó su mente.

— los calabozos... — dijo a lo bajo mientras buscaba algo en su bolso.

— wowowow.... ¿que rayos estas pensando? — preguntó la menor mirando a su amiga.

— descuida, es algo que nos va a beneficiar a las dos — sonrió — ¿no quieres que zabdiel se aleje de ella?

— si.... Pero

— pero nada, esta será la mejor idea que se me puedo ocurrir — le dió una sonrisa mientras sacaba un celular y comenzaba a hacer algo en el.  — tu solo asegúrate de que zabdiel no se acerque al palacio hasta que yo te diga.

— está bien... — de igual manera tomó su teléfono mientras marcaba el número del rubio.

(...)

La muchacha tomó su celular al recibir un mensaje. Lo miró para ver quien era y lo que al parecer era zabdiel.

Hola, linda.

¿Zabdiel?

Si, tengo un nuevo número. Hay algo importante que debo hablarte, nos vemos en los calabozos del Palacio.

¿Calabozos?

No volvió a recibir respuesta, únicamente se quedó con la duda. Ni siquiera sabía que existían los calabozos en el palacio.

Holaaaa a todos, debo de disculparme de todo corazón, he estado muy ocupada por asuntos de mi escuela y más. Ahora estoy aquí y aunque no actualizaré seguido trataré de publicar.

La historia está llegando a su final y como lo merecen les daré un final digno. Me tomo el tiempo de agradecerles infinitamente por el gran apoyo que tiene esta historia, son 40k de leidas y 3k en votos!!! Realmente gracias 🙏💕

lxs amo, besossss, no se olviden de votar y seguir leyendo :3

Nos leemos pronto...