Dos (2019)

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Veinticuatro de diciembre del 2014.

La nieve cubría casi todos los rincones de las calles, los hogares desprendían luces de colores que bien podrían iluminar los caminos más oscuras, las risas de alegría de los niños inocentes llenaban el exterior con su calidez, y si prestabas atención, podías escuchar los villancicos lejanos que cada vez se acercaban más.

Todos las personas estaban contentas, incluso Tony Stark se encontraba más que emocionado, tal vez no lo admitía pero era la primera navidad que Rogers pasaría con ellos, y eso lo llenaba de una felicidad indescriptible.

Durante el 2012, el año en el que se conocieron, el mayor viajó hasta Brooklyn y paso las festividades ahí, de seguro para reconectarse con el barrio que lo había criado, y del que desconocía su historia de los últimos sesenta años.

En el 2013, él había tenido que irse con Pepper del país por una junta de emergencia que descolocó todos sus planes ya trazados.

Pero ese año sería diferente, tenía un presentimiento arraigado que no lo dejaba tranquilo.

No sabía que es lo que sucedía entre él y el capitán, pero había un lazo que los unía. Reconocía que al comienzo no sentía comodidad en presencia del mayor, ahora reconocía que se debía a lo atractivo que le resultaba el rubio. Sin embargo, algo cambió después de todas las misiones que duraron bastante tiempo, incluso meses. Empezaron a tener más confianza entre ellos, hablaron más, se entendieron en casi todo. En regla general, se conocieron.

No era idiota y aunque quisiera negarlo, sabía que existía algo, química, atracción, conexión o cualquier otra forma de expresarlo, pero de qué había algo, lo había y de eso estaba seguro.

Las miradas llenas de sentimientos, los sonrojos que se creaban cada vez que escuchaban una insinuación sobre la relación entre ellos por parte de alguno de sus compañeros, o cuando se reía de cada broma de Steve, que eran terribles y no tenían mucha gracias, o cada vez que atrapó al mayor mirándolo detenidamente y detenerse en una parte específica de su cuerpo. Todos eran indicios de lo que existía en medio de ellos, y tenía que averiguar qué era.

Suspiró cansado y se despegó de sus pensamientos, decidió dedicarle su atención al salón decorado por completo.

Había un árbol enorme y verde que contaba con varios adornos dispersados por toda su estructura, varias guirnaldas del mismo color colgadas en las paredes, luces parpadeantes en las ventanas y cientos de figuras de ambientación navideña en las mesas y en otro lugares.

Se podía sentir el ambiente propio de las fechas, a sus oídos llegaba la música de temporada que no le molestaba tanto como antes.

Sus amigos habían ayudado en la decoración: Natasha, Bruce, Thor, Clint y Steve también. Entre todos habían comprado regalos que descansaban debajo del árbol esperando a ser abiertos.

Miró su reloj, Rogers había salido diciendo que tenía algunos asuntos que cumplir, pero prometía que estaría antes de la medianoche. Eran las 11:26 de la noche y aún no había señal del mayor.

Volvió a emitir un suspiró cansado, los demás estaban hablando en los sillones tomando chocolate caliente y riendo de alguna tontería que había dicho Thor, Steve no aparecía y cada vez se preocupaba más creyendo que algo malo pudo haberle pasado.

El ruido de la gran puerta lo liberó de sus pensamientos pesimistas.

Era Steve, quien había llegado tambaleando y con el cabello hecho un desastre, la camisa desordenada y las mejillas rosadas. Tenía una sonrisa propia de quién había estado bebiendo más de lo normal.

Navidades [Stony]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora