Remember Me | NaruSaku

Especial de Navidad ❀ツ

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Nota: Naruto y Sakura en este especial volvieron a tener dieciséis años de edad, justo después de que Naruto haya vuelto a recuperar la memoria.

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Sakura llevaba puesto un vestido rojo suelto, y en todos los bordes tenía aquel suave pelaje o algodón como si de Santa se tratará. Naruto llevaba puesto un traje negro, abajo una camisa blanca y su típica corbata roja, además de que llevaba el pelo peinado para un costado por la ocasión. Sakura con su pelo de largo intermedio de hizo dos trenzas que caían por sus hombros hacia delante.

—¡Naruto baka! —Gritó la Haruno—, ¡debemos ir a comprar más helado!

Sakura se colocó los zapatos y ya estaba lista para salir corriendo aunque llevaba no un tacón muy alto, pero con la nieve que caía capaz se podría lastimar al resbalar con el hielo.

—¿No pensabas ir corriendo, verdad?

Sakura se sorprendió y volteó al dueño de la voz. Era Naruto que estaba sobre su bicicleta con el gorrito de Navidad que se había olvidado Sakura adentro, más un abrigo para ella.

En eso, Kushina salió de la casa y le dió un abrazo a ambos jóvenes que, no sabían porque venía a abrazarlos con tanta emoción en su cuerpo.

—¡Cariño! ¿No se parecen a nosotros en nuestra primera Navidad juntos? —Se volteó, ondeando todo su largo y hermoso cabello rojizo, para mirar a su esposo que estaba saliendo por la puerta con una sonrisa.

—Tienes razón, encima también van por helado. —Soltó una risa que fue correspondida por la Uzumaki—, bueno no hay tiempo que perder, ¡Vayan por ese helado para todos! —Exclamó y Naruto sonrió con confianza.

—¡Vamos Sakura! ¡No hay tiempo que perder, 'ttebayo!

Naruto la rodeó con el abrigo y le colocó el gorro, ella subió a la parte de atrás de la bicicleta y ahí fue donde comenzó la carrera contra el tiempo para Naruto y Sakura. Había pocos locales abiertos a esas horas de la noche, y debían conseguir helado para todos los integrantes de la Familia.

Fueron de aquí para allá, de acá para allá. En los locales más probables de estar abiertos y en los que no, ni siquiera un kiosco había como para poder zafarse del problema.

Ahora la pareja estaba tomando un descanso en una banca e madera que había al costado del camino. Naruto tomó un descanso de todo el pedaleo que había hecho en 45 minutos de búsqueda interminables. En cambio, Sakura tenía una cara algo triste y estaba decepcionada de no haber podido comprar helado.

—¿Cómo fue posible que se nos haya pasado comprar el helado el otro día? —Se quejó y el rubio la miró compasivo. Odiaba verla con esa cara, y haría todo lo posible para conseguir ese helado.

—Espérame aquí, Sakura-chan. —Dijo Naruto antes de subirse nuevamente a su bicicleta—, por favor no te muevas de aquí. Volveré por ti. —Prometió y empezó a pedalear a más no poder, perdiéndose en la distancia.

La pelirrosa no tuvo tiempo suficiente de reaccionar cuando su novio ya había hecho bastante distancia entre ellos como para alcanzarlo en una corrida. Ella lo observó con una mirada dolida y se volvió a sentar en la banca a esperarlo.