Conflicto de Intereses (camren)

Capítulo 1

"Voy a vomitar", gruñó Camila Cabello, frotando su estómago nervioso.

"No, no lo harás". Su amiga y colega Ally solo sonrió. "Vamos, eres terapeuta. Estás acostumbrada a hablar con la gente".

"No a cien policías desinteresados ​​que preferirían estar en otro lugar y que no me darían la hora del día", protestó Camila. Ella sabía exactamente lo que cada uno de los policías sentados al otro lado de la cortina estaba pensando. La mayoría de ellos veía su conferencia como una pérdida de tiempo.

Ally sacudió la cabeza con diversión. "Una psicóloga con glosofobia. Me pregunto qué diría la AAP al respecto".

"Estoy segura de que la Asociación Americana de Psicología estaría mucho más preocupada por una psicóloga con tu falta de compasión", respondió Camila, ahora con una sonrisa. Sabía que por lo general no tenía problemas para hablar en público. Se había mantenido firme frente a grandes grupos de niños de secundaria que masticaban chicle, estudiantes universitarios serios y psicólogos de renombre el doble de su edad, pero los policías eran una audiencia especial para ella. Era casi como si esperara ver a su padre sentado en una de las filas e intentara impresionarlo. Oh, vamos, Doc, ¡este no es el momento de comenzar a analizarte a ti misma! 

"Touché", admitió finalmente Ally.

Ambas tuvieron que reírse, y Camila sintió que se relajaba.

"Hay algunas técnicas que pueden ayudar en estas situaciones, ¿sabes?" Ally señaló.

"Déjame adivinar... ¿imaginar a todos en la audiencia desnudos?" Camila sonrió a su amiga. "¿Y cómo ayudaría eso con mi nerviosismo?"

Ally se encogió de hombros. "Bueno, tal vez no lo hará". Se asomó por detrás de la cortina, dejando que su mirada apreciativa vagara sobre los hombres en las primeras filas. "Pero podría ser agradable de todos modos".

"Tal vez para ti, pero ¿cómo sería bueno para mí imaginar una habitación llena de policías varones desnudos? ¿Hola?" Camila dio un pequeño saludo. "¿Te perdiste el memo de la oficina informando a todos sobre mi orientación sexual?"

"¿Memo de oficina?" Repitió Ally. "¿Es eso lo que hoy llaman besar a tu novia en el estacionamiento de la oficina?"

"¿Qué?" Camila farfulló. "¡Nunca hice eso!"

Ally se frotó la frente y fingió pensarlo. "¿No? Debe haber sido Charlie, entonces". Ella apartó la cortina para mirar de nuevo a la audiencia. "Sabes que también hay algunas mujeres oficiales allí abajo. Podrías mirarlas". 

"¿A las dos que hay?" Camila bromeó pero se acercó para seguir la mirada de Ally. Se dio cuenta de que había más de dos policías mujeres en la audiencia, pero no muchas más. 

"Elige una", dijo Ally. 

Camila la empujó con un codo. "Estoy aquí para dar una conferencia, no para buscar mujeres, Ally". 

Ally puso los ojos en blanco. "Elige una y concéntrate en ella durante tu conferencia. Ignora al resto de la multitud. Te ayudará con el nerviosismo. ¿Entonces?" Ella señaló a los policías. 

Las bromas mutuas formaban parte de su vida cotidiana en la oficina. Camila no veía ninguna razón para no hacerle el favor a su amiga ahora. Estiró el cuello para poder mirar más allá de Ally. Su mirada vagaba de mujer en mujer, sin detenerse por mucho tiempo hasta que... "¡Ella!" dijo ella, señalando con decisión. 

En la última fila, entre un hombre afroamericano alto de unos cuarenta años y un hombre más joven cuya postura gritaba "novato", una detective vestida de civil estaba tomando asiento.