Conflicto de Intereses (camren)

Capítulo 27

"Hey, Lauren". Ray se quitó el abrigo y se sentó en el escritorio de su pareja. Puso un recipiente de microondas junto al archivo en el que ella estaba trabajando. 

Lauren levantó la vista. "¿Que es eso?" 

"Como te perdiste la cena de Navidad, Susan insistió en que te trajera algunas sobras. Mi esposa obviamente teme que te mueras de hambre", bromeó Ray. A decir verdad, también estaba un poco preocupado por su compañera. Ella nunca había celebrado realmente la Navidad, pero al menos él siempre había logrado convencerla de que pasara a cenar con ellos. Pero este año, ella se había negado incluso a quitarse el abrigo cuando trajo sus regalos para los niños a su casa. 

Lauren resopló. "Difícil. Creo que gané una libra o dos durante las vacaciones". Se palmeó el estómago plano. 

Ray se acomodó en su propia silla y balanceó las piernas sobre el escritorio para estudiar a Lauren. "¿Te invitaste a cenar en un restaurante elegante?" Intentó sonar casual y ocultar su curiosidad sobre lo que su compañera podría haber estado haciendo en Navidad. 

"No". Lauren firmó su informe y lo arrojó a la bandeja de salida. "Me invitaron a una comida casera, con postre y todo".

Ray esperó pacientemente a que ella dijera más. Hace mucho tiempo se había dado cuenta de que Lauren se negaba a hablar si la presionaba con demasiadas preguntas. 

Lauren se ocupó en afilar un lápiz y luego se lo llevó lentamente a los labios para quitar las astillas de la punta. Solo entonces levantó la vista. "La madre de Camila es una gran cocinera", dijo, tratando del mismo tono informal que Ray había usado. 

¿Pasó la Navidad con el clan Cabello? De repente, Ray se dio cuenta de que Lauren hablaba en serio en cuanto la valiente joven. Que él supiera, Lauren nunca había conocido a la familia de ninguna de sus citas antes. "Entonces, esto es realmente serio entre ustedes dos, ¿hmm?" 

"¿Entre Sinu y yo?" Lauren sonrió. "No, no te preocupes. No me involucro con mujeres mayores. Solo la quiero por sus habilidades culinarias". 

Ray le arrojó su borrador. "Listilla. Sabes de quién estoy hablando". 

Lauren se puso seria. "Realmente me gusta, Ray". 

Ray sintió una sonrisa satisfecha formarse en sus labios. Había esperado durante años que Lauren encontrara a alguien que mantuviera su interés más allá de unas pocas citas. "¿Por qué no la traes a nuestra fiesta de Nochevieja?" el sugirió. 

"¿Así puedes interrogarla durante horas o contarle historias embarazosas sobre mí?" Lauren sacudió la cabeza. "No lo creo". 

"Tráela", insistió Ray. "Será bueno para ella sentirse parte del grupo, e incluso prometo no contarle la historia sobre la orden de allanamiento, la botella de jugo de tomate y una Lauren Jauregui". 

Lauren agarró el siguiente informe. "Ya veremos". 

La puerta de la oficina de Astrid Swenson se abrió. "¡Jauregui, Bennet! Encontraron a la niña desaparecida en los muelles". La expresión grave del teniente les dijo todo lo que necesitaban saber. 

Maldición. Todos los pensamientos sobre las fiestas de fin de año desaparecieron de la mente de Ray cuando se levantó y agarró las llaves del auto. 

* * * 

"¡Sí, sí, ya voy!" Camila le dijo al teléfono que sonaba. Ella pateó la puerta con el talón, deslizó sus bolsas de supermercado en el sofá y levantó el teléfono. "Cabello". 

"Soy yo". 

Camila sintió que su sonrisa se ensanchaba. "Hola, Lauren. Si quieres, puedes venir un poco antes. La cena aún no está lista, pero puedes hacerme compañía mientras cocino". Miró los ingredientes de lo que pronto sería una lasaña vegetariana.