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Abrí los ojos al sentir como la luz me molestaba, con mi mano tape un poco el sol para que no le molestara a Chae y despertara

Todos estaban dormidos, excepto Eduardo que iba manejando y Emmanuel que estaba a su lado, eran tal vez las seis de la mañana. pude notar mas vehículos detrás y delante nuestro.

Has despertado  -hablo Emmanuel desde su asiento con un tono bajo para no despertar a nadie- estamos a menos de treinta minutos de llegar, supongo que tienes hambre -solo asentí a su pregunta- no todo ahí adentro será gratis, tendrán que trabajar como todos los que habitamos ahí, pero no te preocupes son trabajos fáciles que hasta los niños pueden realizar

Muchas gracias... muchas gracias por salvarnos

No agradezcas, es nuestro deber salvar personas

Me recargue nuevamente en el asiento y cerré mis ojos, solo estuve esperando hasta llegar al lugar, tenia una gran mezcla de sentimientos en mi, alivio, tristeza por no poder llegar hasta aquí con mis padres pero sobre todo felicidad, felicidad por que estando ahí adentro nada malo podrá pasarnos, no estaríamos huyendo mas de infectados hambrientos.

Hemos llegado -hablo Emmanuel

Abri los ojos al insante y pude ver  un gran muro construido con mucha madera y palos para que esta no se caiga tan fácil mente, las puertas se abrieron lentamente y emezaron a pasar los vehículos que venían enfrente de nosotros, movi lentamente el hombro de Chae para que despertara e hice lo mismo con los demás

Estamos dentro -dijo Emmanuel con una sonriza una vez que pasamos la entrada

Vi la emoción y la felicidad  en el rostro de todos, di un gran suspiro de emoción y tome la mano de Chae al sentir como la camioneta paro y apagaron el motor

Cuando ya estuvimos abajo recorrí todo el lugar con mis ojos, a lo lejos se podían ver a niños jugando y corriendo por todo el lugar, personas de mayor edad sentados en unas bancas cuidando de los niños, las casas no eran tan grandes pero tampoco tan pequeñas. era simplemente perfecto, mejor de lo que había imaginado