i love you. -Mangelito- -Karmaland4-

El padre Rubén.

En la iglesia de Karmaland, donde los pecados son perdonados y los pecadores castigados.

—Hermanos, rezad por la alma de nuestra amada Dannie, quien fue asesinada por las peligrosas criaturas del pueblo... Rezo para que el alma de vegetta encuentre paz, amén.

Todos reunidos, sentados en las bancas escuchando la calmada voz del padre Rubén, oyendo los cánticos de los monaguillos y algunas lágrimas por parte de la familia de la joven mujer.
Una verdadera tragedia... Ni siquiera la hermandad oscura se atrevía a tanto, acabar con la vida de una mujer indefensa y solitaria. Eso aterraba a todos, sobretodo a Willy y a Fargan. Tres campanadas se escucharon por todo el pueblo, la misa dio fin y todos comenzaron a salir poco a poco del lugar.

Lolito tocó el torso de Mangel, haciéndole estremecer.
—Vámonos ya, mi niña... Rápido. Necesitamos seguir con nuestro nuevo hogar.-Murmuró cuidadosamente, estaban libres del asesinato, ahora debían irse.

—Nos van a echar del jodido mapa, chaval.

"Como si Dios lo mandara."
Rubios se apareció frente al par, alzando sus manos en alto.
—He oído rumores, Lolito. ¿No quieres confesarte?

Sus ojos verdes brillaron
—Yo no tengo nada que ocultar, padre. Soy libre de pecado.

—Oh Lolito, todos somos unos asquerosos pecadores.-Sonrió.- ¿Mangel?

Lolito se levantó, tomando la mano del ya nombrado.
—Déjalo en paz. Ya debemos irnos, como puedes ver... Rezare por Dannie.

Sin más que decir, la pareja abandonó la casa del señor.

—Oh, padre... Quiero confesarme...

—Habla hijo mío, solo somos tú, yo, Dios y la cámara...

Mangel miró la cámara a su costado, ¿seguridad, tal vez?
O simplemente morbo.

—Padre... He pecado.
He tenido deseos carnales hacia una mujer comprometida...

Rubius habló de la nada.
—¿La esposa de Vegetta?

—Padre, he pecado...
Estoy ocultando su cadáver en el sótano... Lolito la a asesinado.

—Ese es un pecado grave. Serás castigado mas tarde por los dioses junto con tu amante... Por ahora, cántame tres ave Marías.

—Ave María...

—

La noche volvió a azotar el pueblo.
Mientras Lolito dormía en cama abrazando lo que creía que sería Mangel, su amado se encontraba colando a Rubius a su hogar.

—Tío, joder... Me estoy arrepintiendo.-Susurró Rubius, tenía su espada bien agarrada y un escudo de hierro. Mangel se giró para poder hacer un ademán; "guarda silencio... Necesito que veas más..."

La puerta del sótano estaba abierta una vez más. Un cuarto en bajada de 4x4,extremadamente pequeño y abrumador, sin luz, solo antorchas y sin fondo aparente.
Comenzaron a bajar con cuidado y sin hacer tanto ruido, aunque el despertar a Lolito no era tanta preocupación, lo más fuerte ocurria abajo.

El intenso olor a quemado, a descomposición y carne podrida...
Rubius entendió.

—Aquí trajo a...

—Si...

—Carajo.-Cubrió su boca.-Fue un error no debí venir acá...

Comenzó a subir las escaleras rápidamente, haciendo resonar sus pisas apresuradas.
Mangel iba detrás de él como podía, pero simplemente no lo alcanzó hasta que estaba de nuevo en la puerta, listo para huir.

—Mangel, me agradas. Eres mi mejor amigo... Pero lo que Lolito a hecho, no se va a quedar ahí. Voy a vengarme, va a flipar un montón.

—Te pido que no le digas lo que te dije... No quiero que me haga daño.
Mangel solo quería un nombre limpio.

—Trato.

—

—Lolito.-Nombró Rubén, haciendo una pequeña inclinación para saludar. Lolito recogía flores para su novio, flores amarillas.
Al ver a Rubius ahí, se enfadó.

—Que pesado...

—¿Aun vas con el psicólogo?

Él negó.
—Auron. Te lo recomiendo mucho, te vas a mejorar.
Entregó una tarjeta y asi volvió a la iglesia.

"Doctor Auron play, graduado en la universidad de Calvos, terapeuta.
"Sonrie, la vida es bonita hijo de puta."

—Haha... Yo no necesito esto. Ni estoy loco...

–Hola, buenas tardes... ¿Doctor Auron?, quiero sacar una cita... Para ahora mismo.